Dónde le duele al Sevilla

Aitor TorviscoAitor Torvisco
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Dónde le duele al Sevilla
En teoría, al Sevilla le iba a venir de lujo este parón liguero, que debía servir para reponer fuerzas después del maratón de encuentros de las semanas anteriores y, sobre todo, para evacuar una enfermería en la que ha habido ´overbooking´ desde los primeros compases de la temporada. Sin embargo, las buenas noticias de los regresos de Vitolo, Reyes, Navarro o Carriço han sido eclipsadas por las lesiones de Rakitic y Marko Marin.


El físico del croata pide a gritos un respiro y el alemán, de conocida fragilidad, estará un mes en el ´dique seco´. Y con estas dos lesiones van ya... muchísimas. Demasiadas para sólo dos meses y medio de competición. Las suficientes para intentar indagar en el desencadenante, ya que la gran mayoría han sido de carácter muscular y, por lo tanto, predecibles. Igual hay algo que el cuerpo técnico no está haciendo todo lo bien que debiera.


Quede claro que desde esta columna no se está fomentando ´Caza de Brujas´ alguna, como la que hubo hace unos años ante una plaga similar, siendo Manolo Jiménez el entrenador y Adolfo Muñoz el médico del primer equipo -y el que pagó los platos rotos-. Esto no consiste en buscar culpables o denunciar que alguien no hace bien su trabajo, sino en hallar soluciones y poner los mecanismos para frenar de una vez por todas esta sangría.


Desde fuera, lo que se aprecia es falta de información de los jugadores, porque un traumatismo tras mala caída de Beto o la lesión en el hombro de Pareja puede explicarse con una cierta dosis de mala suerte; pero la propensión a las lesiones musculares de Perotti y Marin, los crónicos problemas de tobillo de Fazio, o las consecuencias de la carga de minutos de hombres como Rakitic y Vitolo, seguro que se podrían haber augurado.
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