Y tú, de quién eres

Estadio DeportivoEstadio Deportivo
Seguir
2 min lectura
Y tú, de quién eres
- 04/03/2014
En el mundo del fútbol se estigmatiza al que se mueve en un término medio. Parece estar prohibido no decantarse por el resultadismo o el preciosismo. Y no es una tendencia moderna, ha sido así toda la vida. O se es Bilardista o Menottista. O de Mourinho o de Guardiola. O defiendes a ultranza que tu equipo practique ´jogo bonito´ sin pensar en el marcador, o todo vale con tal de ganar encuentros. No existen más alternativas.


Esta especie de bipartidismo balompédico da lugar a incongruencias como el Rayo de Paco Jémez. Un ´antes muerto que sencillo´ en el que su mensaje parece el de que no importa bajar a Segunda y perder 6-0 si el equipo hace buen fútbol. Fidelidad a sus ideas, sí. Y también populismo y demagogia que provocan que existan aficiones que cuando ganan piden buen juego y que, cuando el fútbol es atractivo, quieren resultados mucho mejores.


A este hastío y enfado casi crónico se acerca en los últimos años el sevillismo, capaz de pitar a Jiménez o ahora a Emery por ganar sin ofrecer espectáculo y criticar planteamientos dirigidos a buscar un fútbol más vistoso cuando no sirve para sumar victorias. Quizás esta dificultad para contentar al respetable es la que empujó al de Hondarribia a tocar otras teclas justo cuando sus pupilos habían hallado el modo de competir.


Quizás no guste que el Sevilla espere atrás al rival y centre sus esfuerzos en maniatar y tratar de hacer daño a la contra y a balón parado. Y seguro que tampoco es el estilo preferido de Emery pero, a día de hoy, es la única vía para sumar victorias y luchar por el objetivo. No se puede añorar y demandar a Caparrós y linchar a Emery por recurrir a las trincheras, tras ver que su equipo no sabe ser protagonista. No tiene lógica. Ni término medio.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram