El
Alavés sigue en situación comprometida, en puestos de descenso, pero este domingo recibe al
Sevilla en el mejor momento de la temporada. No en vano, al menos, el equipo sabe por fin a lo que juega, algo que no estaba claro hasta que llegó Abelardo. El asturiano es el tercer entrenador babazorro cuando aún no se ha alcanzado el ecuador de la temporada y es el primero que aporta ideas claras, tras constantes vaivenes en la desastrosa etapa de Zubeldia (seis derrotas en seis partidos) y la irregularidad de un Di Biassi avalado por la proeza de clasificar a Albania para la Eurocopa de 2016, pero que se quedó en tres triunfos y cuatro derrotas y no fue capaz de encontrar sitio al mejor del equipo,
Pedraza, tras cambiar el dibujo pasando a defensa de cinco.
Abelardo, que ya fue capaz de sacar petróleo de una plantilla imberbe y limitada en el Sporting, apuesta por tener líneas juntas, solidez atrás y velocidad arriba para salir a la contra. Alinea un 1-4-2-3-1 con doble pivote y una línea de tres con movilidad y desequilibrio por detrás del delantero, con Pedraza, Ibai y un Burgui que le estaba dando mucho como enganche hasta su lesión. Quién le suplirá es la gran incógnita. Si se decanta por Munir (y Guidetti debuta arriba) o por otro mediocentro como Wakaso o Medrán.
Con él, el Alavés ha vencido a Girona (2-3), Las Palmas (2-0) y Málaga (1-0) y cayó con dignidad a domicilio ante Atlético (1-0) y Athletic (2-0). No ha encajado muchos tantos para lo abajo que está (lleva 27, como el Sevilla), pero
le faltaba gol y Guidetti ha llegado para apretar a Munir y Bojan.