La Vuvuzela

Los 30 partidos como arma arrojadiza contra Banega

Alejandro SáezAlejandro Sáez
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Los 30 partidos como arma arrojadiza contra Banega
- Alejandro Sáez
Balada, pero de las tristes, la que protagonizó ayer el argentino Éver Banega sobre el césped del St. Jakob Park, donde el mediocentro le dio rienda suelta a su imaginación demostrando lo importante que es su fútbol para el juego sevillista, más allá del resultado o de que durante la primera mitad, incluso, le faltara el último pase y la profundidad que exigía el encuentro para matar al rival con la movilidad de Kévin Gameiro.

Tras el paso por vestuarios, fue el argentino quien se rompió la camisa en un alarde flamenco con el que, junto a la batuta, le añadió compás y mordiente al fútbol sevillista. Y por ello, a un partido de los 30 que marca la archiconocida, a la vez que difusa, cláusula de renovación automática que presenta su contrato, poco deberían tardar los de Nervión el próximo domingo en anunciar en su página web a todo color, y subrayado en fluorescente de ser posible, la renovación automática del mediocentro; aunque sólo sea como arma arrojadiza contra su representante, Marcelo Simonian. Un personaje que sí que sabe manejar bien los tiempos y que, como buen argentino, controla a la perfección la oratoria, diciéndole a unos y a otros justo lo que quieren escuchar, aunque en más de una ocasión sea totalmente opuesto.

Con un amplio abanico de condicionantes bajo la dichosa cláusula, marcando el camino a uno u otro lado a la hora de una posible resolución del contrato, y el temor a la FIFA, al Sevilla no le queda otra que enrocarse en los 30 partidos y mimar al futbolista, quien, seguramente, tiene mucho más interés en quedarse que su representante, que este verano quiere hacer el agosto.
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