'El Hombrecito', como así apodaron en Perú a Jorge Sampaoli un grupo de bomberos con los que compartió cuartel durante una de sus experiencias en el fútbol inca, destacó ayer en Turín por su cordura; valor que, sin embargo, no brilla en exceso cuando nos referimos a su persona. Con el de Casilda no existen grises y ayer, lo que a muchos les pareció negro, resultó blanco. Y es que salir sin un '9' nato en el Juventus Stadium fue fiel reflejo de un gran estratega, contando con los menudos Ben Yedder y Vietto en la punta de ataque; dos perfiles que no se antojan sparrings a la altura de los aguerridos Bonucci, Chellini y compañía... De ahí que echara a pelear arriba al 'Mudo' y Vitolo, muchos más aptos para el cuerpo a cuerpo. Un Sevilla más arropado con el que sumar un empate que sabe a triunfo a todos... Salvo a Sampaoli. Imagino, pues ayer no fue ese Sevilla que éste viene vendiendo desde que llegó. Cuestión de gustos, pero un punto cuerdo, a veces, sabe mejor que un triunfo loco y pendiendo de un hilo.
Alejandro Sáez
