´Affluenza´, ese término que no está reconocido por la Asociación Americana de Psiquiatría pero que, cada vez más, es alegado en los Estados Unidos de América con la intención de librar de la cárcel a los niños ricos que han cometido un delito. Un concepto que, ´grosso modo´, vendría a explicar un tipo de enfermedad consecuencia de la transmisión social que generaría un cierto nivel de ansiedad consecuencia del obstinado empeño por poseer más. Algo así como una adicción insostenible derivada del crecimiento económico. Es decir, para que nos entendamos todos, que cuando uno acumula en sus vitrinas cinco copas de la otrora UEFA y poco a poco se va convirtiendo en un habitual de la Champions empieza a mutar paulatinamente hacia un malcriado que deforma completamente su sentido de la lógica.
De ahí que los ´Mudo´, Correa, Ganso, Vitolo, Vietto, Ben Yedder y compañía no resulten suficientes o que se critique tanto el que Sampaoli salga al campo a partirse el pecho con cualquiera como lo contrario, y que el partir con falso ´9´ ante la ´Juve´ sea mal visto. Una pataleta continua por lo mal hecho (que lo ha habido en Nervión) o porque lo bien no está del todo al gusto del consumidor. Pues eso; ´Affluenza´, una vara de medir deforme y poco o nada objetiva que es capaz de cuestionarlo todo. Hasta los obsequios, pues una bufanda o un reloj también pueden ser objeto de debate o crítica.
Alejandro Sáez
