Si
Merino lo hace bien debe continuar. No es algo que diga yo o que, por lógica, debería suceder, sino que el que lo afirma es uno de los pesos pesados de la plantilla verdiblanca:
Adán. Que a estas alturas dijera cualquier otra cosa sorprendería, sobre todo cuando cada día parece más cerca la continuidad del técnico linense en el caso de que no llegue
Serra Ferrer que el fichaje de otro técnico. El hecho de que después de dos semanas no sólo no hayan encontrado entrenador sino que vayan a esperar, como mínimo, una semana más para decir quién es sólo puede significar que el elegido era Serra.
Que, con esta decisión, cierren la puerta del filial al propio Merino, pues ya no podría bajar, es también sintomático. Sobre todo, porque supuestamente sería el segundo técnico del mallorquín o continuaría en el cargo. Elegir cualquier otra opción para el banquillo de las muchas que están sonando en las últimas horas podría parecer hasta ridículo, porque daría una sensación de provisionalidad y dejaría en evidencia a un
Consejo recién llegado y que supuestamente viene a mejorar lo que hizo el anterior. No sería la mejor forma de empezar su mandato.
Imaginen que llega
Mel, lo que contentaría a todos los béticos y daría tranquilidad a un proyecto que se tambalea desde la pretemporada. ¿Cómo explicaría
Ollero, después de decir que el próximo técnico sólo vendrá a entrenar, que éste va a mandar en los fichajes y a controlar la secretaría técnica? ¿Cómo va a explicar que un técnico que luchaba en los primeros puestos en 2ª B (Merino) debe salir de la entidad porque Mel ya tiene cuerpo técnico y él no puede bajar de nuevo? Y si es otro técnico, ¿por qué han tardado tres semanas en elegirlo? Todo lo que no sea Serra o Merino les dejará muy mal. Y acaban de llegar.
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