Opinión

Cuando miras más al rival que a ti mismo

En Copa Davis se dice que cuando un conjunto plantea una eliminatoria -y elige una superficie- pensando más en perjudicar al rival que en beneficiarse a sí mismo, suele acabar perdiendo.

Antonio José MedinaAntonio José Medina
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Cuando miras más al rival que a ti mismo
- Antonio Medina
En Copa Davis se dice que cuando un conjunto plantea una eliminatoria -y elige una superficie- pensando más en perjudicar al rival que en beneficiarse a sí mismo, suele acabar perdiendo. Ayer, el Betis pensó más en desactivar la creatividad del Sevilla que en potenciar sus virtudes y se encontró con que su rival, sin hacer su mejor partido, pudo haberle metido una goleada para la historia.

No se trataba ya de que tuvieran que jugar Rubén y Joaquín, porque ninguno de los dos está bien y sería comprensible su suplencia, o que no se pudiera rotar y dejar en el banquillo a Dani Ceballos, porque también se entendería. Pero hacerlo todo a la vez, cambiar el sistema y jugar con dos delanteros, un ´trivote´... es poco menos que un suicidio. No creo que Mel, como algunos vieron, se estuviera haciendo el ´harakiri´. Simplemente, ayer pensó más en el rival que en el Betis y, como suele ocurrir, le salió mal la apuesta. Se la jugó todo a una carta y tuvo que cambiar sobre la marcha, metiendo a Joaquín, dando la impresión de provisionalidad y de tener poco trabajado el partido. Un error que, en la situación actual, se multiplica.
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