Los verdiblancos sólo necesitan un punto para sellar el pasaporte europeo

Nunca pierde cuando se juega la vida en el último encuentro

Nunca pierde cuando se juega la vida en el último encuentro
Imagen de la falta directa ejecutada magistralmente por el brasileño Marcos Assunçao en Son Moix en la temporada 2004/2005. - David Díaz
David DíazDavid Díaz2 min lectura
"Me molesta el fatalismo que rodea al Betis y tenemos que desterrarlo cuanto antes". Así de claro se expresó Pepe Mel en la radio oficial hace unos días cuando fue preguntado por la posibilidad de que los verdiblancos dejaran escapar el tren europeo en el último momento después de una temporada brillante.

Con los precedentes en la mano, lo cierto y verdad es que los béticos tienen motivos para ser extremadamente cautos, pues en los últimos años han visto cómo su equipo descendía y posteriormente no subía por un solo gol. Sin ir más lejos, en la 2009/2010 terminó cayendo al pozo tras empatar los dos últimos encuentros y darse una carambola de resultados desfavorables, incluyendo las sorprendentes victorias consecutivas de Osasuna frente a Barcelona y Real Madrid. Un año después, ya en Segunda división, el Betis volvió a quedarse con la miel en los labios pese a sumar los mismos puntos que Levante y Hércules.

Aunque no siempre la última jornada fue sinónimo de tristeza. De hecho, en la 2006/2007 se certificó la permanencia en Santander de manera agónica gracias a dos postreros goles de Edu. También en la 2004/2005 el Betis terminó la competición doméstica con una sonrisa tras empatar en Mallorca y obtener su billete para la Champions, y más atrás en el tiempo, en la 2000/2001, volvió a la máxima categoría venciendo en Jaén. Y es que hay un dato que invita al optimismo: el Betis, en este milenio, no ha perdido en ninguna de las cinco ocasiones en las que llegó al epílogo de la Liga sin los deberes hechos. Si la racha continuara, Europa dejaría de ser un sueño para convertirse en realidad.
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