La historia de Lorenzo Reyes es la del sacrificio, la constancia y la perseverancia por conseguir su sueño desde pequeño: triunfar en el fútbol y convertirse en internacional con su selección. Pero no todo fue un camino de rosas en la vida del mediocentro defensivo hasta llegar a hoy.
En 2008 y tras una buena campaña en las categorías inferiores del Huachipato, Lorenzo pensó en dejar el fútbol y volver junto a su familia, a la que extrañaba en la distancia.
"Menos mal que supo escucharnos. Estuvo triste pero nunca perdió el rumbo y acogió nuestras sugerencias. Ahora está donde siempre quiso". El autor de estas palabras es Alejandro Padilla, director técnico de Huachipato y el hombre que le dio su primera gran oportunidad.
"Llegó algo tímido pero concentrado en su objetivo.
De inmediato vi en él su buena ubicación en la cancha. Se adaptó rápidamente al rol que le pedimos y fue inamovible en el once", admite Padilla, que varió la posición de Reyes en el campo, pasando a ser medio de contención en lugar de creador del juego.
Su gran temporada como juvenil le otorgó el pasaporte para subir al primer equipo del acero -como se conoce popularmente a Huachipato- al año siguiente.
Lorenzo Reyes disputó un total de 26 encuentros durante aquella campaña y marcó un gol pese a su ubicación retrasada en el campo.Tras su fulgurante progresión, el seleccionador chileno Claudio Borghi lo hizo debutar con la absoluta en diciembre de 2011. Desde entonces, Reyes es un fijo en ´La Roja´ y sueña con jugar el mundial de Brasil en 2014.
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