Los errores del argentino ante el Getafe reabren la discusión

Guille Sara-Andersen: el debate que nunca cesa

Guille Sara-Andersen: el debate que nunca cesa
Guillermo Sara y Stephan Andersen observan al meta juvenil Álex Lázaro durante un entrenamiento de la primera plantilla. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
El crédito, en el fútbol, debe recolectarse cada semana. Se dice con acierto que, en este deporte, no hay memoria, de tal manera que los otrora héroes se convierten en villanos (y viceversa) con suma facilidad. Al tratarse de dos recién llegados, la sospecha de que el debate de la portería será imperecedero se sustenta a las primeras de cambio. Y es que, tras la desastrosa actuación de Guillermo Sara en Getafe, se vuelve a equilibrar una balanza que sonreía de manera notoria al ex de Atlético Rafaela, titular en el 66,6 por ciento de los encuentros oficiales disputados hasta la fecha.


Paradójicamente, su exhibición en la ida de la última ronda previa de la Europa League ante el Jablonec, salvando al equipo con media docena de intervenciones decisivas, le convirtió en el cancerbero titular del Betis en la otra competición, donde es indiscutible desde la jornada 2. Hasta este domingo, sólo se le pueden poner peros en el duelo casero frente al Celta, cuando pudo hacer más en el gol de Nolito y se mostró dubitativo en varias salidas. Por el contrario, y pese a que tampoco anduvo afortunado con el balón en los pies durante la visita a Cornellà-El Prat, Sara ganó un mano a mano a Sergio García y otro a Thievy, lo que permitió que la escuadra hispalense retuviera el punto con que empezó. En San Mamés, el suramericano detuvo un penalti a Beñat y sostuvo al Betis hasta el final con fenomenales estiradas a tiros de Susaeta e Ibai Gómez.


El argentino firmó frente al Getafe su peor partido como hispalense, quedando señalado en los dos primeros goles. Así, Pedro León le pilla adelantado y despistado en el 1-0, mientras que puede hacer mucho más en el posterior remate de cabeza del murciano para ampliar el marcador definitivamente.


Por su parte, Andersen perdió el pulso tras una actuación aceptable ante el Real Madrid en la jornada inaugural, quedándose como guardameta para la Europa League y, previsiblemente, para la Copa del Rey. Con el danés queda claro que Mel decide por sensaciones, ya que, quitando algún saque de puerta erróneo ante el Rijeka y errores menores con el Lyon, no ha sido responsable ni de aciertos ni de errores reseñables. Su sobriedad pide a gritos una oportunidad en el torneo doméstico, si bien parece que, por ahora, Sara mantendrá su estatus frente al Elche.
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