Alberto Bueno iguala en la prolongación e impide el triunfo bético

R. Betis 2-2 Rayo: No hay consuelo para tanta desgracia

R. Betis 2-2 Rayo: No hay consuelo para tanta desgracia
El Betis sólo puede lamentar un nuevo traspié. - J. López
José LópezJosé López7 min lectura
Semana dura espera en Heliópolis. Alberto Bueno metió al Betis en un lío después de frustrar en la prolongación un partido que los de Mel tenían ganado y en el que habían hecho méritos para sentenciar mucho antes. El deseado Rubén Castro erró por dos veces el gol que hubiera cerrado en el encuentro en los últimos minutos de partido y su equipo lo acabó pagando. Antes, Amaya, que fue el mejor del Betis, había adelantado a los locales, el propio Bueno había igualado por primera vez y Verdú había anotado, de vaselina, el que parecía el tanto de la gloria. Otra vez los últimos minutos frustraron al Betis, que seguirá como colista otra semana más.

El Betis, sabedor de lo que se jugaba, salió a dominar desde el minuto uno y a no dejar que su rival tuviera la pelota. Mel conocía que el Rayo, sin el balón, no es nadie y encargó cortocircuitar a su centro del campo a un Lolo Reyes y a un Nono que se hicieron con el mando en plaza, anularon a sus oponentes y, prácticamente, cerraron cualquier oportunidad de reacción rayista en los primeros 45 minutos.

Si bien en los primeros minutos sólo aparecieron con tímidas llegadas ante la dureza de los jugadores vallecanos. Las tarjetas mostradas por José Antonio Teixeira Vitienes a Saúl y Baena frenaron el ímpetu rayista y, ya más asentados y con el control total del juego, los béticos se fueron abiertamente a por la victoria. Si bien Jorge Molina ya había avisado a los 9 minutos, cuando no llegó a un centro medido de Vadillo, no fue hasta que llegó el gol de Amaya cuando los de Mel comenzaron su asedio. El tanto llegó en el minuto 25 tras una jugada a balón parado. Nono sacó un córner y Amaya, en el centro del área pequeña, remató de cabeza de forma inapelable. Un exrayista adelantaba al Betis.

El partido subió de tensión tras el gol y, en ello, el que salió vencedor fue el que tenía más calidad sobre el campo: el Betis. En los últimos quince minutos, salvo esporádicas llegadas a la contra del Rayo, que nunca crearon peligro, fue un acoso verdiblanco. El segundo tanto pudo llegar diez minutos después del primero, tras otro córner que no pudo rematar Amaya, al que había hecho un claro penalti, pero sí Rubén y el balón salió rozando el palo.

Si clara fue esta ocasión, más aún la que tuvo Jorge Molina al borde del descanso tras un espectacular pase de Salva que le dejó solo ante Cobeño. El alicantino le tiró el balón al cuerpo cuando lo más fácil era marcar. Otras dos ocasiones de Molina, que no llegó por poco a dos balones enviados por Vadillo y Salva, cerraron la primera mitad con la sensación de que el Betis podía haberse ido con un resultado más tranquilizador.

Y bien que lo lamentaron, pues pese a que la segunda parte comenzó como acabó la primera y Rubén estuvo a un paso de sentenciar a los cuatro minutos, cuando lanzó un cabezazo al palo, fue Alberto Bueno el que marcó en la contra rayista tras aprovechar un error severo de Guille Sara. La injusticia se hacía patente, había que comenzar de nuevo y levantarse tras el golpe moral.

El Betis lo pagó, se vino abajo anímicamente, comenzaron las dudas y el Rayo lo aprovechó para coger las riendas del choque. Los nervios empezaron a crecer en Heliópolis conforme pasaban los minutos y se apreciaba que estaba más cerca el gol del Rayo que el del Betis. Pepe Mel trató de arreglar el desaguisado dando entrada a Verdú, Juan Carlos y Chuli, pero el dominio ya era visitante.

Amaya ejercía de apagafuegos en una defensa totalmente desajustada cada vez que Juanfran subía la banda, el centro del campo ya era del Rayo y, aunque no creaba ocasiones, rondaba con demasiada tranquilidad el área bética como para estar tranquilos.

Pero lo que ocurre en estos casos, cuando menos se espera ocurre el milagro. Un balón colgado sin aparente peligro en el área rayista, Cobeño no bloca, despeja y balón le cae en la frontal a Verdú para que, de vaselina, adelante a los verdiblancos. Quedaban diez minutos de partido, todo se ponía cara, las tornas se cambiaban y era el Betis el que tomaba el mando. Incluso se barruntó la goleada con dos ocasiones de Rubén Castro clarísimas, la primera se la sacó in extremis Tito y la segunda, sólo a placer, la sacaba Cobeño con el cuerpo.

Sin embargo, como ocurrió en el inicio de la segunda parte, se pasó de la sentencia al empate. Otro error, esta vez de Jordi Figueras, que no llega al balón, y de Nacho, que no cierra, permitió a Alberto Bueno quedarse solo ante Sara y batirlo por bajo. Era el tiempo de prolongación y ya no daba tiempo para reaccionar. Mazazo en el Villamarín y otra semana más colista.

Ficha técnica: 

Real Betis: Sara; Juanfran, Amaya, Jordi Figueras, Nacho; Lolo Reyes, Nono, Salva Sevilla (Juan Carlos 58'); Vadillo (Chuli 66'), Jorge Molina (Verdú 56'), Rubén Castro.



Rayo Vallecano: Cobeño; Tito, Saúl, Galeano, Nacho; Baena, Trashorras (Adrián 64'); Lass, Jonathan Viera, Iago Falque (Bueno 22'); Larrivey (Nery Castillo 69').



Goles: 1-0 (27') Amaya; 1-1 (50') Bueno; 2-1 (81') Verdú; 2-2 (91') Bueno.



Árbitro: J. A. Teixeira Vitienes (cántabro). Amonestó a Saúl, Baena, Larrivey, Jonathan Viera, Salva Sevilla, Nono, Chuli y Tito.



Incidencias: Disputado en el estadio Benito Villamarín ante 32.355 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por la muerte del ex jugador José Nebot y el ex técnico Cayetano Re.
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