Amaya podría seguir los pasos de los que se fueron libres

Después de haber visto cómo Iriney, Cañas y Adrián dejaban el Benito Villamarín sin dejar ni un euro en las arcas, el Betis tomó nota y fue previsor con las ampliaciones de contrato de Jorge Molina, Sergio Rodríguez, Álex Martínez y Matilla, pero podría volver a tropezar con la misma piedra con Amaya, cuyo contrato expira el 30 de junio de 2014. No en vano, pese a ser consciente de que en tres semanas el madrileño podría negociar libremente con otros equipos, su renovación no parece ser una prioridad para la dirección deportiva.


La pasividad del club resulta, cuanto menos, llamativa, ya que se trata del central más fiable de la plantilla, el mismo que fue tentado por el Stuttgart el pasado verano. La única toma de contacto se produjo hace un mes y medio y fue tildada como positiva por ambas partes, pero desde entonces no ha habido más movimientos, bien porque el relevo en el banquillo acaparó toda la atención de Stosic o por un nuevo exceso de confianza a la hora de cerrar el acuerdo.


Sea como fuere, Amaya ha pasado de dar por hecha su continuidad a mostrarse muy pesimista con respecto a su futuro en Heliópolis. Es más, en una entrevista reciente concedida al diario ABC, el ex del Rayo mostró su impaciencia. “En el momento que llegue alguna oferta de otro club la estudiaré con detenimiento. No puedo esperar a última hora”, confesó.