Están que trinan en
Valladolid con el presunto exceso de celo del
Betis para ganar el pasado domingo, que atribuyen indirectamente a las primas a terceros. Así, lejos de ejercer la autocrítica por dejarse empatar tres veces y, finalmente, remontar por un equipo ya descendido a
Segunda división, técnico, jugadores, directivos y hasta políticos pucelanos se quedaron a gusto.
Los más tenues en su queja fueron el míster,
Juan Ignacio Martínez, y el alcalde de la ciudad,
Francisco Javier León de la Riva, que denunciaron con la boca pequeña. "Los cuatro goles encajados no tienen demasiada explicación, como tampoco un 4-3 frente a un rival ya descendido", argumentaba el preparador alicantino, al tiempo que el primer edil de
Valladolid no quiso "entrar a juzgar si, aparte del fútbol, se mueven
otros intereses, pero hay que pensar que se hace todo con honestidad y legalidad".
El presidente del club,
Carlos Suárez, no atendió a la prensa, pero dejó ver su enfado en las entrañas del
Villamarín nada más acabar el encuentro. Sí señalaron claramente a su oponente y el hipotético
plus de intensidad mostrado por algunos futbolistas. Por ejemplo,
Marc Valiente: "Fue un partido de locos; no lo supimos controlar y se nos escapó.
Espero que el Betis compita igual en Osasuna. No lo hizo en Almería, así que ojalá lo haga en Pamplona. Por supuesto que no compitió en Almería; los últimos minutos así lo reflejan. Se vio claramente, pero en sus conciencias queda. Nosotros, a pensar en el Granada".
Por su parte,
Jeffren se mostraba también extrañado en zona mixta: "Un
Betis así no lo hemos visto en toda la temporada. Intentamos ganar e hicimos todo lo posible; de hecho, nos pusimos por delante tres veces. En la última, tuvo suerte
Juanfran. Como he dicho antes, no he visto al
Betis así en toda la temporada".