Estepa busca renovación, consenso y predicamento

El recién estrenado talante de la administración judicial del Betis quedará de manifiesto a lo largo del mes de junio, posiblemente en su segunda quincena, cuando está previsto que Francisco Estepa concluya la primera fase de una remodelación del consejo de administración que se completará en el último trimestre del año. La hoja de ruta marca que, ahora, habría entre cuatro y cinco relevos en el órgano rector, mientras que, antes de Navidad -se pretende que la junta general ordinaria no espere hasta diciembre-, el resto de la regeneración depararía hasta un nuevo presidente.


Mercedes Alaya instó al sustituto de José Antonio Bosch a escuchar a las plataformas denunciantes de Lopera a partir de este momento. Obviamente, ninguna de ellas designó al letrado cordobés, como podía inferirse erróneamente de la información, así como tampoco colocará a ninguno de sus miembros en la directiva que gobierne el club durante la temporada 2014/2015, ya que eso sí podría ser considerado lesivo para sus intereses y, por ende, anulado por la defensa del otrora máximo accionista.


En realidad, Estepa se reunió el pasado 30 de abril con Por Nuestro Betis, Béticos por el Villamarín y Liga de Juristas Béticos, alcanzándose un acuerdo para implementar medidas de consenso a partir de ahora. El interventor judicial escuchará las propuestas de las tres asociaciones, con cuyos candidatos al consejo se entrevistará estos días, si bien se está dejando aconsejar por hombres de fútbol y algunos de los llamados notables, vinculados a otro tipo de agrupaciones y fundaciones. El tan cacareado entorno. A su vez, el gestor de las acciones de Farusa tiene también a sus propios futuribles, con lo que se hará una composición de lugar previa a la decisión final.


Como también desveló ESTADIO, el número máximo de consejeros se fija en nueve, tope a partir del cual Manuel Castaño, segundo accionista mayoritario ya, podría exigir una representación. Así, se producirán cuatro o cinco incorporaciones antes de julio, con la consiguiente marcha de otros tantos directivos, mientras que el resto quedará pendiente para después del comienzo de la temporada deportiva. Entonces, Estepa aprovecharía la asamblea ordinaria para designar un nuevo presidente, que, como el resto de los elegidos pero especialmente él, deberá tener predicamento entre la afición. Será la guinda.


Obviamente, la regeneración cobra sentido según la lógica interna que rige la tesitura judicial en la que se haya inmerso el Betis desde 2010, que, según los expertos, no registrará giros bruscos (léase cambio de manos de la mayoría accionarial), como poco, hasta la primavera de 2015. Esto otorga un margen de maniobra suficiente para organizar.