Aparte de la complicada situación deportiva del
Mallorca,
Serra tiene que afrontar también el caos institucional en el que está inmerso el club del que es máximo accionista. Enredado en mil guerras internas,
Lorenzo tiene que deshacerse de su
paquete de acciones antes de fichar por el
Betis, ya que la ley del deporte prohibe compatibilizar estos cargos. Dispuesto a ello, debe hacer frente a una serie de obstáculos que le impiden desprenderse de sus títulos y no es la falta de ofertas precisamente. El primero, y quizás más importante, es que hace cuatro meses el poblero sindicó su paquete de acciones (49,7 por ciento) con el del hoy presidente del conjunto mallorquín
Biel Cerdá (5,3 por ciento), lo que le garantizaba su apoyo dentro del
consejo y la mayoría absoluta. Este acuerdo se selló con una duración de siete años. Sin embargo, las buenas relaciones entre ambos se rompieron hace unas semanas, provocando un divorcio irreconciliable, que ha llevado a
Serra a pedir a sus abogados que encuentren la fórmula jurídica para acabar con la sindicación.
Finiquitar el acuerdo de forma unilateral obligaría al de Sa Pobla a pasar por caja, abonando una indemnización que roza los dos millones de euros. A la espera de que sus abogados resuelvan la manera de desligar sus acciones de las de
Cerdá,
Serra no puede disponer de ellas, ni mucho menos venderlas. De hecho, necesitaría el visto bueno de
Cerdá para ello, algo que parece poco probable que vaya a suceder. Es tal la inquina entre ambos, que a modo de ‘venganza’
Cerdá propuso ayer a
Serra como relevo de
Lluis Carreras, para que ‘se coma el marrón’ de un presumible descenso a
Segunda B, del que le responsabiliza. “No me parece lógico que alguien que dice que quiere salvar al
Mallorca esté negociando con otro equipo para ser el director deportivo”, llegó a decir ayer
Biel Cerdá tras la
reunión del
consejo a la que no acudió
Lorenzo Serra Ferrer.
Por todo ello, su llegada al
Betis no resultará nada fácil, ni mucho menos inmediata. Además, el estado de salud del otrora técnico del
Barcelona no es el mejor. En los próximos días podría pasar por el quirófano, otro argumento que invita a pensar que
su ‘fichaje’ por los heliopolitanos podría retrasarse un poco.