El nuevo secretario técnico del
Betis,
Alexis Trujillo, se propuso hablar con todos los jugadores con contrato en vigor o, en su defecto, con sus agentes antes de que comenzaran las vacaciones de la plantilla, al tiempo que pretende que la inmensa mayoría de las decisiones importantes sobre el futuro de los implicados se tomen durante las primeras semanas de junio. El canario ha sido futbolista profesional, por lo que entiende la incomodidad y la incertidumbre que suponen para el profesional la dilación de estas gestiones. Después de quince días al frente de la planificación, el otrora mediocentro se ha hecho una composición de lugar y tiene claro qué quiere y qué no para la ‘operación retorno’, lo que no es óbice para que ciertas demarcaciones le generen dudas.
Una de ellas es el
lateral derecho, donde debe decidir si cuenta con
Chica y la forma en que saldrá
Juanfran. El catalán ya dialogó brevemente con el alto directivo la semana pasada, aunque no tiene del todo claro su
futuro. Ambos quedaron en hablar próximamente, ya que, aunque el ex espanyolista tiene una temporada más de contrato, el
Betis podría decantarse por renovar completamente ese perfil. Su agente,
Álvaro Torres, todavía no se ha reunido con
Alexis, aunque espera hacerlo en breve, ya que, en el peor de los casos,
Chica desearía cierto margen de maniobra para negociar su desvinculación y buscar un nuevo destino, al tiempo que, de apurar su contrato, quiere asumirlo y conocerlo pronto.
En lo que respecta a
Juanfran, la tela por cortar es mayor. Aquí, la pelota también está en el tejado del club. Sus representantes,
David García y
José Pablo Varela, pasaron este martes por la planta noble del
Benito Villamarín y expresaron su deseo de solventar el entuerto de la forma más satisfactoria para ambas partes. El carrilero madrileño ya intercambió impresiones con el secretario técnico, tras la charla de bienvenida en el vestuario, donde pidió que se quedaran únicamente los que estén implicados. En el caso de
Juanfran, su perspectiva cambió drásticamente con el descenso, ya que, previamente, mostró su predisposición a seguir en
Segunda. Aunque no ha trascendido, tanto él como su familia política han tenido problemas con algunos aficionados béticos que no supieron encauzar su frustración, razón por la que ha hecho ver al club que la mejor solución sea cambiar de aires.
Ahora, la cabeza visible de la secretaría técnica ha pedido unos días para poner precio a su pase, si bien no se antoja una vía fácil. Los rumores sobre el presunto interés de
Génova y
Valencia no se han materializado en propuestas concretas -ni siquiera sondeos reales-, al tiempo que su ficha es alta para lo que pagará en la 14/15 el
Betis, al que tampoco interesa retrasarlo mucho.