Tras la llegada de
Julio Velázquez, todos los esfuerzos de los rectores verdiblancos se están centrados en la contratación del
director deportivo.
Serra era el elegido, pero su complicada situación en el
Mallorca, amén del divorcio que se ha generado en la afición entre partidarios y detractores de su llegada, ha llevado a
Francisco Estepa, administrador del paquete mayoritario de las acciones, a buscar nuevas vías. La aparición en las últimas fechas de nombres como los de
Toni Prats, exmeta verdiblanco, o
José Luis ´El Chuti´ Molina,
director deportivo del
Murcia, no hace sino confirmar que el respaldo a la llegada del poblero no es unánime. Si no, no se entendería que se hayan filtrado nuevos candidatos al puesto.
Recelosos y cansados de esperar, en el seno del consejo se ha producido una serie de movimientos que podría suponer un giro a la situación, tal y como asegura ´Muchodeporte´, que afirma que
Estepa podría haber propuesto a
Julio Cardeñosa el puesto de
director deportivo, una decisión un tanto controvertida ya que poco tienen en común, salvo que ostentan ambos la categoría de mito para los aficionados, Lorenzo
Serra Ferrer y el vallisoletano, dos perfiles sino opuestos, muy distantes. Esta decisión implicaría, en primer lugar, que el
Betis habría descartado ya esperar al mallorquín. Al menos, para que ocupe el puesto de director deportivo, lo que no implica que su llegada esté totalmente descartada. Queda la opción de que el balear se ocupe de la dirección general deportiva.
Según estas fuentes,
Cardeñosa estaría estudiando la propuesta que ha recibido para hacerse cargo de la
secretaría técnica. Semanas atrás ya rechazó la posibilidad de entrar a formar parte del consejo de administración por considerar que desde ese órgano el margen de maniobra es minúsculo. El reto es, cuanto menos, atractivo, si bien el vallisoletano lleva ´fuera del mercado´ muchos años. Tras su retirada como futbolista, el ´Flaco´ entrenó al
Betis entre 1989 y 1991, además de al
Córdoba (91/92) y al
Écija Balompié (1994-1996).
Después de eso, se desvinculó totalmente del fútbol (salvo alguna colaboración puntual en un programa de radio), para convertirse en agente de seguros. Más allá de que su nombre y apellido evoque el recuerdo de una etapa de esplendor, el cargo de responsabilidad que se le ha ofrecido supone un nivel de exigencia elevadísimo, además de una presión añadida por la necesidad de recuperar la categoría cuanto antes. Es esto lo que está llevando al vallisoletano a sopesar el ofrecimiento con la prudencia y mesura que le caracterizan, aislado completamente del mundo. En los próximos días se espera su respuesta.