Joaquín se acerca un poco más al Benito Villamarín

Hace algunas semanas, Joaquín Sánchez volvía a hacer público su deseo de regresar al Betis antes de retirarse, promesa que bien podría hacerse realidad a lo largo de este verano. De hecho, su actual club, la Fiorentina, parece haberle abierto de par en par la puerta de salida. Así lo hizo público el pasado fin de semana el rotativo italiano ´La Nazione´, que señaló que la dirección deportiva ´viola´ estaría dispuesta a escuchar ofertas tanto por el portuense como por el chileno Juan Manuel Vargas.


Esta situación permitiría que la escuadra de las trece barras pudiese aspirar a hacerse con los servicios del extremo, aunque la operación no sería ni mucho menos fácil. Sobre todo, porque el conjunto transalpino querría recuperar los casi dos millones de euros que invirtió hace casi un año en su fichaje, un precio que resultaría demasiado alto para un Betis que, además, se encontraría con mucha competencia. No en vano, el portuense sigue siendo un futbolista con mucho mercado tanto en nuestro país como en el extranjero, por lo que no sería descabellado que otros clubes económicamente mucho más poderosos que el heliopolitano llamasen a su puerta.


Con este panorama, la gran baza que tendría a su favor la escuadra de las trece barras sería el deseo del propio jugador, quien a principios de junio admitió una vez más su idea de regresar a Heliópolis. "Ahora mismo, volver al Betis es lo que más me gustaría", afirmó el extremo, que es consciente de que tendría que poner mucho de su parte para que la operación llegase a buen puerto.


De hecho, al tener todavía dos años más de contrato, podría presionar para lograr una cesión, una importante rebaja de su precio o una rescisión que le permitieran vestir de verdiblanco la próxima campaña. Si esto ocurriese, Joaquín por fin podría cumplir su promesa, convirtiéndose en la estrella de un proyecto que no solo necesita el ascenso, sino también volver a ilusionar a la afición.


Varios excompañeros le esperan
Aunque Joaquín sigue todavía en activo, muchos de sus excompañeros en las filas verdiblancas colgaron las botas hace tiempo y hoy trabajan en las categorías inferiores del club. Es el caso del nuevo técnico del filial, Juan Merino, que compartió vestuario con el portuense entre 2000 y 2002. Curiosamente, su mano derecha será otro viejo conocido del extremo, Capi, quien durante la pasada campaña ya ejerció como segundo de Jaime Quesada al frente del Liga Nacional Juvenil, equipo que precisamente dirigirá a partir de ahora Juanito, que a lo largo de los dos últimos cursos ha trabajado al lado de entrenadores como Puma u Óscar Cano en la cantera heliopolitana.