Una primera parte marcada por la inexplicable inercia de los jugadores béticos, que dejaban jugar a placer a los locales, anunciaba un partido complicado para los de
Julio Velázquez, que parecían no reaccionar ante el absoluto control del juego del equipo rival. El gol de
Felipe, apenas pasados los primeros diez minutos y protagonizado por los errores defensivos de
Perquis y
Figueras, auguraban nuevamente un marcador negativo para los hispalenses.
Tras el tanto en contra, la falta de ideas seguía predominando en el juego verdiblanco, que necesitó de su habitual salvador para cambiar por completo las tornas del encuentro.
Rubén Castro logró el empate, tras un excelente pase de
Matilla, con un gran disparo raso que colocó el balón a la derecha del guardameta del
Girona. Apenas unos minutos después y gracias a una falta efectuada por Matilla, el Betis iniciaba la remontada. Jordi Figueras tiró a la portería defendida por
Becerra, que no pudo impedir que entrase el balón que
Lejeune tocó en última instancia y encajó en propia puerta.
En la segunda mitad, el conjunto local trató de tomar las riendas del partido, con un
Mata que generó peligro en el área bética. Sin embargo, la falta de acierto de los rojiblancos decantó la balanza a favor del
Betis, que a través de un contundente Rubén Castro, sentenció el encuentro a veinte minutos del final. El canario volvió a aprovechar un buen pase de Matilla, firmando el doblete y haciendo notoria la dependencia que genera en el resto del equipo.
Ambos equipos contaron con ocasiones para cambiar el marcador, pero ninguno fue capaz de concretar las jugadas más peligrosas. Rubén Castro fue objeto de penalti al quedarse sólo ante Becerra, que lo derribó dentro del área, sin recompensa para los verdiblancos ya que previamente el delantero se hallaba en posición antirreglamentaria. También Matilla, a dos minutos del final, pudo ampliar la distancia con un lanzamiento lejano que no entró gracias a la extraordinaria intervención del guardameta rival.
El Betis suma así tres puntos necesarios para empezar a despejar dudas y reivindicarse como favorito para el ascenso a Primera. En su tercera victoria de la temporada, Rubén Castro se reafirma como el ariete imprescindible del equipo y la pieza clave para que los de Velázquez alcancen el objetivo marcado desde el inicio de curso.