En el
Betis actual, los
números contradicen a las
sensaciones. El juego desplegado por los verdiblancos en este arranque de campeonato no ha convencido absolutamente a nadie, pero la clasificación muestra una perspectiva más halagüeña. En concreto, sitúa al
Betis en la quinta plaza con 12 puntos en su casillero, a sólo uno del liderato que ostenta actualmente la
Unión Deportiva Las Palmas, después de haber obtenido un balance nada desdeñable de cuatro triunfos y dos derrotas.
Si bien estos guarismos deberían invitar a un moderado optimismo, el clima que se respira en Heliópolis es más bien de escepticismo. No en vano, el consejo de administración inspira poca o ninguna confianza entre la afición, la mano del entrenador no se nota por ninguna parte y el equipo depende en exceso del estado de gracia de
Rubén Castro, de ahí que en el
Benito Villamarín se hayan escuchado más pitos que aplausos en los últimos encuentros.
Y sin embargo, en medio de ese ambiente enrarecido, irrumpen unos cálculos matemáticos realmente sorprendentes que presagian una trayectoria similar a la del
Betis de
Pepe Mel en Segunda división.
Y es que los 12 puntos obtenidos por el equipo de
Julio Velázquez en las primeras seis jornadas le otorgan una proyección de 84 puntos. En otras palabras, de mantener el ritmo actual (una media de dos unidades por partido), el
Betis terminaría la temporada con 84 puntos, una renta ligeramente superior a la que obtuvo el conjunto heliopolitano en su último
ascenso. Además, con esa cifra en el bolsillo, el Betis habría ascendido por la vía rápida en tres de las últimas cuatro campañas, que son las que han aplicado el formato del ´play off´.
Sólo en la campaña 2011/2012 habría tenido que acudir a las eliminatorias para intentar recuperar la categoría, ya que el
Deportivo de La Coruña y el
Celta de Vigo volvieron a la elite del fútbol español tras sumar nada más y nada menos que 91 y 85 puntos respectivamente, cifras de récord.