Comenzaba el partido con el
Betis diferente a los partidos anteriores, con un
Betis que quería el balón. A pesar de ello, la primera era para el Recre tras el saque de un córner. Se presentaba los de
Velázquez con
Kadir y
Dani Ceballos a las bandas y con el 1-4-4-2 de nuevo.
Ese dominio en el terreno de juego se vio traducido con un gol por parte de Rennella, tras una buena jugada entre
Kadir y
Rubén Castro que adelantaba al equipo hispalense. Pero la alegría duraba poco en el barrio verdiblanco, ya que a la jugada siguiente,
Pedro Ríos ponía un centro por la derecha perfecto para que Montoro empatara el partido después de un error monumental de
Molinero por no cerrar bien su
hueco.
El empate espoleó a los visitantes que comenzaron a presionar más arriba y provocar los nervios en los jugadores verdiblancos, que se traducía en errores y más errores, sobre todo en el centro del campo que provocaban enésimas contras, por suerte para los de
Velázquez cuando llegaban a las inmediaciones del área se le nublaban las mentes a los blanquiazules.
Cuando todo parecía que iba a terminar en empate llegó
Rubén Castro, el delantero se introdujo en el área y fue derribado por
Sotres cuando iba a chutar a puerta, penalti claro y amarilla al portero, pese a las insistentes protestas de los béticos para que expulsara al arquero. El mismo
Rubén transformaba el penalti y se llegaba al descanso.
El gol sentó como un jarro de agua fría a los visitantes, y tras el paso por los vestuarios lo intentaba pero con más corazón que cabeza. Ello fue aprovechado por
Rubén Castro que recibió de espaldas en la corona del área y
Menosse pecando de infantil comete un penalti claro sobre el canario.
Kadir transformó la pena máxima y abrió brecha en el marcador.
El
Betis es es el equipo que más se complica los partidos, y para cerrarlos necesita un milagro. Un minuto después de colocarse con dos goles de ventaja,
Pedro Ríos se metía en el área con un caracoleo dejaba sentado a dos defensas verdiblancos y se la cedía a
Núñez que ponía pimienta al partido y medía los nervios de los jugadores locales.
Al contrario de lo que se podía suponer, el gol asentó al conjunto de
Velázquez que no sufrió hasta el final de partido. Además, se vio favorecido por dos expulsiones en el conjunto recreativista que terminó con 9 jugadores el partido.
Por tanto, bombona de oxígeno para
Velázquez y los suyos que salva el primer match-ball en forma de sustitución, y aguantará una semana más en el banquillo verdiblanco. El mejor del partido de nuevo fue
Ceballos mostrando descaro y garra a partes iguales.