Una ´persona grata´ en Pamplona

El Sadar no será un feudo hostil para N'Diaye

En su última visita al estadio osasunista, el senegalés ayudó a un pequeño aficionado cuando cedió una de las gradas del recinto.

El Sadar no será un feudo hostil para N'Diaye
N´Diaye rescató al joven de 9 años Ibai Cadena del tumulto generado por el derrumbe. - Ó. M.
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
Con el Betis ya descendido y Osasuna jugándose la vida, verdiblancos y rojillos afrontaban la última jornada del curso pasado el 18 de mayo de 2014 en un Estadio El Sadar (entonces, todavía Reyno de Navarra) hasta los topes. No habían pasado ni doce minutos cuando Oriol Riera abría el marcador para los locales, que, como necesitaban ganar y alguna ayuda ajena, terminarían bajando también a Segunda. La euforia se desató en una de las gradas del vetusto recinto pamplonés, hasta el punto de que aquélla terminó cediendo y varios aficionados quedaron aplastados por la multitud. Entre ellos, varios niños y ancianos.


Entre el lógico desconcierto, se vivieron escenas de pánico, aunque los jugadores béticos tiraron de civismo para olvidar por un momento su delicada situación deportiva y emocional, volcándose con los más necesitados. Especialmente impactante fue la imagen de Alfred N’Diaye, que cargó en sus brazos al pequeño Ibai Cadena para alejarlo de la zona peligrosa. En el banquillo anexo, el preparador osasunista, Xavi Gracia, prestaba su teléfono móvil a otro niño para que avisara a sus padres de que estaba ileso.


Por fortuna, apenas hubo que lamentar daños personales. El encuentro no sólo se reanudó 35 minutos más tarde, con las vallas reparadas, sino que los heridos se recuperaron poco después. Además, el gesto de la expedición verdiblanca, con N’Diaye como principal exponente, quedó en la retina de aficionados y directivos. Amén de generar ríos de tinta y ocupar muchos minutos de televisión, el propio Osasuna y las instituciones navarras agradecieron el detalle, al tiempo que el propio internacional senegalés se preocupó de que Ibai estuviese felizmente restablecido, tanto de las heridas como del susto.


Como recogió la web oficial del Betis y la prensa local, el joven aficionado rojillo, que participaría después en la campaña de abonados para la ‘operación retorno’ de los de Urban, recibió una camiseta verdiblanca con la rúbrica y la dedicatoria del parisino, que, como algunos otros jugadores (Rubén, Adán, Lolo, Jordi, Perquis y Matilla) y empleados que continúan en la disciplina heliopolitana, se reencontrará con ese escenario algo más de cinco meses después. Seguro que la fiel afición de Osasuna sabrá diferenciar entre la presión a un rival directo por el ascenso y el reconocimiento a N’Diaye, que fue ese día persona antes que jugador.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram