Los operarios trabajan diariamente para mejorar su aspecto y su comportamiento

Cuidados intensivos para la pradera heliopolitana

El terreno de juego del Villamarín fue resembrado hace dos semanas y estará en perfectas condiciones a mediados de noviembre; sus responsables explican que las manchas se deben al "césped nuevo" y no a un exceso de arena.

Cuidados intensivos para la pradera heliopolitana
El césped del coliseo verdiblanco en breve estará a punto. - I. Morales/ D. Díaz
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura
El césped del Benito Villamarín ha sido un quebradero de cabeza para el Betis en los últimos años. Cuando no ´se quemaba´ por las altas temperaturas, sufría inundaciones con cada borrasca o los estragos de una plaga de orugas. No es de extrañar, por tanto, que el club decidiese prescindir de los servicios de la empresa que se encargaba de su mantenimiento y contratara a otra con más experiencia (Royalverd). Su responsable en Heliópolis, Pepe Dorantes, explicó ayer a ESTADIO su ´modus operandi´: "Lo primero que hicimos fue analizar el suelo, los foliares y el agua. Una vez tuvimos los resultados, elaboramos un diagnóstico y un plan de trabajo para todo el año, pero van surgiendo necesidades nuevas".

Una de ellas ha aparecido en el arranque del campeonato, puesto que el terreno de juego no presentaba el aspecto deseado. "Hace 12 días, hicimos una resiembra para combatir las bajas temperaturas y ganar densidad. Las manchas que se vieron contra el Recreativo de Huelva son el reflejo del césped nuevo, no un exceso de arena. Cuando termina el verano, la raíz de la planta se acorta y nos vemos obligados a modificar los riegos para aumentar la masa radicular", desgrana.

Según sus cálculos, el tapete verdiblanco estará en perfectas condiciones "en dos semanas", si bien un acontecimiento podría retrasar el proceso. "La disputa del ´derbi chico´ no le va a venir bien al césped, aunque entendemos que es algo necesario. En poco tiempo, tendrá uniformidad de color y no se levantará como ahora". Consultado también por este periódico, el director de instalaciones del Betis, Javier Monterdez, admite que, tarde o temprano, el tapete verde del Villamarín tendrá que ser levantado por completo, si bien esta tarea aún no cuenta con respaldo del consejo de administración: "Lo propusimos, pero este año no se ha podido llevar a cabo por motivos económicos. No es algo que corra prisa, puesto que hemos quitado la capa negra que no dejaba pasar el aire y, ahora, el oxígeno llega muy abajo. Ése era uno de los problemas principales del césped y ya está solucionado".

También carecía de un buen drenaje, pero, en ese apartado, se ha avanzado bastante en los últimos meses en Heliópolis. "Tendrían que caer 70 litros por metro cuadrado para que el césped se resintiera. El día anterior al partido contra Las Palmas, cayeron 45 litros y el terreno de juego respondió perfectamente. No había ni un solo charco", rememora Dorantes.

Tampoco hay temor a que vuelva a aparecer la famosa rosquilla negra. "Estas plagas aparecen por una falta de mantenimiento. Desde que nuestra empresa se ha hecho cargo del terreno de juego, hemos cambiado los abonos convencionales por otros de mayor calidad, traído maquinaria moderna y estandarizado los procesos de trabajo. Además, hacemos tratamientos preventivos y vacunamos la planta. Si un gusano se la come, el gusano muere".
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram