A
Edu Ramos le están saliendo las cosas tal y como las había planeado y, aunque está centrado en escalar posiciones en la tabla con el
Albacete y su entorno aún no ha movido un dedo de cara a un posible cambio de aires en enero, el mediocentro aguarda la apertura del mercado invernal con los oídos bien abiertos a los cantos de sirena que empieza a escuchar.
El malagueño, en la órbita del
Betis, rescindió el pasado verano el año de vinculación que le quedaba con el
Villarreal, cansado ya de esperar una promoción al primer equipo que no terminaba de llegar. En este sentido, antepuso el deseo de encontrar un destino en el que tuviese asegurado minutos y protagonismo, antes que dejarse seducir por propuestas, de
Primera y
Segunda, más atractivas por nombre, pero de
mucho más riesgo en lo deportivo.
Confiaba en que, siendo fijo partido tras partido como lo es en el
Albacete, pronto llegarían ofertas más jugosas. El rol de trampolín es conocido en el club manchego, que le dio su palabra de no poner trabas si en enero llegaba un club de una entidad mayor a por él.
A cambio de facilitar una eventual negociación, los blanquillos sólo pedirían una indemnización económica que, en cualquier caso, sería asumible para un
Primera o un puntero de
Segunda como el Betis.
La evolución de la lesión de
Xavi Torres marcará el modo de actuar de
Alexis, quien no esconde que le gusta
Edu Ramos para reforzar la parte creativa de la medular y, además, es un jugador que conoce Velázquez.