El Betis, obligado a pasar y convencer

Real Betis-CD Lugo: Un camino llano que se torna resbaladizo

Los suplentes del Lugo, un escalón por encima del Llagostera pero varios por debajo de los verdiblancos, examinan a un equipo y a un técnico cuestionados en una cita sin margen de error.

Real Betis-CD Lugo: Un camino llano que se torna resbaladizo
Posibles onces iniciales para esta noche. - Ó. M.
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
Lo de la Copa del Rey como marrón es un invento de nuevo cuño. Jugar dos partidos por semana puede ser un lastre para plantillas cortas, pero intercalar de vez en cuando compromisos de exigencia media-baja, encima en casa, para que los menos habituales adquieran rodaje no debe sino considerarse positivo. Cualquier vestuario profesional se lo tomaría así, de hecho. Ocurre que el listón siempre anda elevado en Heliópolis, donde no basta con ascender en la última jornada, sino que la obligación incluye jugar bien, dominar la competición de forma hegemónica desde el principio y, si es posible, cantar el alirón con antelación de récord.


Los más de 36.000 socios se encargan de que esa responsabilidad tome forma y también de que cualquier atisbo de desidia, impericia o vulgaridad sea castigado con dureza. De ahí que, tras sendos 0-0 ante dos rivales directos, parte de la grada del Villamarín solicitase la marcha de Julio Velázquez, a pesar de que el Betis lleva cuatro partidos sin perder y tres sin encajar un solo gol, teniendo el ascenso directo a un triunfo de distancia. El resultadismo no casa con la afición verdiblanca, grande y única para lo bueno y para lo malo. Y, por eso mismo, lo de esta noche se convierte en un caramelo envenenado, un camino llano a simple vista, pero resbaladizo y sinuoso a la hora de la verdad.


Cualquiera firmaría jugarse el pase a dieciseisavos de final ante su gente y con un rival como el Lugo, que, para más inri, avisa de que comparecerá plagado de suplentes. Huelga señalar que la Liga también es prioritaria para los anfitriones, aunque también es de esperar que la versión B del Betis esté varios escalones por encima de la gallega, por más que a ésta se le presuponga mayor nivel que al Llagostera.


Que la cita sea a partido único eliminará de la ecuación la especulación y, de paso, añade unas gotas de riesgo a la misma, habida cuenta de que un gol en contra o un marcador apretado despertarían la incertidumbre y elevarían la presión desde el graderío para un equipo y un técnico cuestionados de manera bastante prematura.


Velázquez, a lo suyo, se guardará sus cartas hasta este mediodía, aunque planea varios cambios para dar descanso a sus hombres más castigados y minutos a los que pretenden ser importantes o necesitan ritmo. Piccini, Álex, Pacheco, Molina y Rennella aspiran a la titularidad, lo mismo que Bruno, que suplirá al sancionado Perquis en Leganés. Su acompañante podría ser el propio franco-polaco para preservar a Jordi o el ilerdense para trabajar la compaginación con su nueva pareja.


En cuanto al dibujo, gana enteros el regreso al 1-4-4-2, tanto por la ausencia de mediocentros -lesionado Xavi Torres y con Senegal N'Diaye- como por la pertinencia de sacar los tanques -léase Molina y Rennella- a la calle. 


Por su parte, el Lugo llega con dos juveniles en la lista, cuatro bajas por lesión (Víctor Marco, Pelayo, Jonathan Valle y Ernesto) y David López renqueante de los isquiotibiales. Aganzo podría hacer de enganche.


Posibles onces: 

Real Betis: Dani Giménez; Piccini, Bruno, Perquis, Álex Martínez; Lolo Reyes, Nono, Kadir, Dani Pacheco; Jorge Molina y Rubén Castro.

CD Lugo: Dani Mallo; David de Coz, Jon García, Borja Gómez, Samuel; Peña, Seoane; Ferreiro, Aganzo, Iago Díaz; Luis Fernández.

Arbitro: Pizarro Gómez (c. madrileño).

Hora: 22:00 horas (laSexta).

Estadio: Benito Villamarín.
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