Saltó el
Betis al
Anxo Carro con un once claramente ofensivo para sumar los tres puntos. En la línea ofensiva Merino aposto por jugadores de calidad con
Renella, Kadir y Rubén Castro.
En un césped que toleró a la perfección el agua caída en tierras gallegas, jugó el Betis una primera parte en la que vio como la banda derecha era un auténtico carril para el
Lugo. Con un Quique Setién que vio el partido desde la grada, los locales tardaron unos 10 minutos en comenzar a controlar el choque. Tocando y tocando buscaban la portería de
Adán y la encontraron por primera vez en el minuto 18, cuando el madrileño se hizo grande en una doble ocasión tras el lanzamiento de un saque de esquina. Fue la jugada más peligrosa de la primera mitad.
El Betis parecía que se reponía al golpe cuando en el minuto 25
Pavón despeja en dirección contraria y el balón termina en córner. En el saque de esquina posterior botado por Varela, Bruno con un salto de gran potencia remata cerca del travesaño de la portería de
José Juan.
Sin demasiadas ocasiones de claro peligro pero demostrando porque el Anxo Carro es una fortaleza, el Lugo era el dueño y señor de la pelota, cogiendo desprevenida a la defensa del Real Betis en más de una ocasión. En una de esas jugadas,
Aganzo se coló en medio de la defensa verdiblanca y provocó la falta de Bruno que vio la amarilla ante las protestas airadas de jugadores y afición. Tras el lanzamiento del libre directo, el árbitro señaló el final de la primera parte sin añadir ni un segundo.
Cambios y aciertosComenzó la segunda parte de forma muy parecida a la primera, el esférico no tenía un dueño claro y siguiendo con el mismo guión, comenzó el Lugo a dominar el partido y empezó a colgar balones y a crear cierto peligro. Ante esta situación,
Merino no se arrugó y comenzó a mover el banquillo. La primera revolución se dio cuando decidió dar entrada a Fabián, un canterano en edad juvenil que debutaba en el primer equipo.
Merino tenía claro que quería morir matando, con Fabián buscó más calidad en el centro del campo y que de esta forma le llegaran más balones a
Rubén Castro. En una jugada que terminó anulada por fuera de juego, Adán volvió a lucirse y a demostrar su gran momento de forma. Ese sería el último susto serio para los béticos y es que con la entrada de Jorge Molina por Renella el Betis tomó un nuevo color y comenzó a inquietar la portería de José Juan.
En un robo en la
zona de 3/4 del Lugo por parte del Betis llegaría la jugada del gol. Ceballos levanta la mirada y ve el desmarque de Jorge Molina por la derecha que recibe, dribla a José Juan y sin apenas espacio le da el pase de la muerte a Rubén Castro que controla y con una tranquilidad digna de un jugador de gran calidad hace el gol en el
minuto 60 que a la postre supuso la victoria.
El gol sentó al Lugo como un jarro de agua fría ya que les costó varios minutos volver a entrar en el partido y crear alguna ocasión que inquietara la portería de un
Adán que hoy se mostró muy seguro en todo el trabajo que tuvo. Aganzo golpeó desde lejos y el madrileño despejó a saque de esquina un balón que se envenenaba.
De ahí hasta el final se produjo un quiero y no puedo del Lugo que lo seguía intentando pero que ya no generaba tanto peligro como antes del gol de Rubén Castro, todo ello gracias a un Betis que se plantó a la perfección en el centro del campo y se mostró expeditivo en tareas defensivas.
Tras esta victoria, Merino suma 9 de 9 en sus tres partidos como entrenador del Betis a lo que hay que sumarle los
4 goles a favor y ninguno en contra. Quizás la interinidad del técnico sea cuestión de horas pero no termine como se esperaba hace tres semanas con el linense de regreso al filial sino como entrenador de pleno derecho del conjunto de Heliópolis.
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