La decisión sobre quién será el sustituto definitivo de Julio Velázquez se lleva madurando desde el pasado lunes, cuando el consejo de administración del Betis se concedió otras dos jornadas de reflexión para decidir entre las opciones planteadas por una
comisión deportiva, formada por
Francisco Estepa,
Juan Carlos Ollero,
José Miguel López Catalán y
José Luis Molina, segundo de Alexis Trujillo en la dirección deportiva, quienes se han encargado de elaborar un casting de entrenadores y sondear a sus entornos directos.
La idea inicial es anunciar este mismo jueves, antes o después del almuerzo de Navidad del club, el nombre del elegido, si bien algunas fuentes apuntan a que sería ya el lunes próximo, tras el duelo dominical frente al
Racing y la reunión del consejo, con los profesionales encarando el parón, cuando se produzca la noticia, entre otras cosas porque
los candidatos más aventajados aclaraban ayer a ESTADIO que no tenían noticias en firme procedentes de Heliópolis, así que lo más probable es que sólo se hayan producido gestiones embrionarias, meras declaraciones de intenciones y consultas sobre su predisposición, por lo que las negociaciones en sí arrancarían hoy.
No es ningún secreto que el
pleno de puntos conseguido por Juan Merino durante las tres jornadas ligueras que ha durado su interinidad, que tendrá prolongación este domingo en el último partido de 2014, no sólo
ha edulcorado la transición y brindado calma al consejo para tomar una decisión, sino que ha engordado considerablemente el crédito del linense.
El
discreto juego ofrecido por la plantilla se ve enjugado por la imbatibilidad de Adán en estas tres citas,
la promoción de canteranos (afianzamiento de Varela, continuidad para Ceballos y debut de Fabián) y
el apoyo de los profesionales. Con todo, parte de los directivos aún considera que dejar a Merino hasta final de temporada resulta arriesgado. La racha es sobresaliente, aunque los malos tiempos vendrán, por lo que quizás sería aconsejable apostar por un técnico con una mayor experiencia.
Con los
partidarios de Serra Ferrer reducidos prácticamente a una minoría sin peso, las vías parecen reducirse a tres. La que más adeptos reúne es la permanencia con matices del campogibraltareño, que, si bien no queda claro desde el punto de vista reglamentario, no volverá al filial, para el que ya se negocia con otro preparador.
La opinión unánime de los rectores es que el otrora zaguero
se ha ganado la oportunidad, bien en solitario o bien como mano derecha de Fernando Vázquez o Juan Ramón López Muñiz. El de Castrofeito, que lleva unos días en Hong Kong para estudiar su incorporación a un equipo de la Chinese Super League (posiblemente, el Guangzhou R&F), ha sido sondeado recientemente por la comisión deportiva del Betis, al tiempo que el asturiano fue ofrecido por un intermediario y gusta mucho a ‘Chuti’ Molina, que opina que sus cuatro temporadas como ayudante de Juande Ramos no suponen un demérito, sino todo lo contrario. Resta conocer si aceptarían a Merino en su equipo, lo que terminaría de decantar la balanza.
Más complicado sería en el caso de Mel, que sigue teniendo mucho predicamento entre la afición -sería, aunque no se busque directamente, un paraguas para el consejo- y la directiva. El madrileño, que ayer no tenía noticias de la reunión prevista entre Estepa y su abogada,
reclamaría galones en la planificación y vendría con sus colaboradores.