- Después de hablar en privado con Juan Merino, al menos parece que su situación personal ha variado ligeramente para bien. ¿Más ilusionado?- La conversación que tuvimos fue por lo que salió el día anterior. Hablamos muy poquito, la verdad. Le dije que no había ningún jaleo ni pretendía liar nada. Lo único que quería decir es que todos consideramos que debemos jugar y queremos lograrlo. No afirmé en ningún momento que yo tuviera que jugar sí o sí. Evidentemente, cada cual confía en sí mismo y piensa que está en condiciones de ser titular. Eso va en la naturaleza del futbolista. Si no, no puede dedicarse a esto en la vida. Me dijo que lo entendía perfectamente y que no había más problemas.
- ¿Ha notado que el míster ya le ve con mejores ojos?- Lógicamente, se ha producido un pequeño cambio. Antes no es que no entrara de inicio, sino que ni siquiera participaba ningún minuto. Ahora, estoy teniendo la oportunidad de salir un rato, por lo que trato de trabajar y ofrecer lo máximo posible para contar cada vez más para el entrenador.
- Molina es autocrítico. En esta fase ostracismo, ¿se ha llegado a plantear qué parte de culpa en el mismo era suya?- Claro que sí. Cuando no juegas nada y van las cosas así, tienes que analizar lo que está ocurriendo. Me preguntaba ´¿qué estoy haciendo mal para no estar jugando?´. Intenté hacer lo posible para remediarlo y corregirlo. Venía los días libres a entrenarme, porque consideraba que era mi obligación, ya que no estaba jugando nada y necesitaba carga de trabajo por otro lado. Después, el míster optaba por otros compañeros, lo cual es respetable.
Ya puede leer la primera parte de la entrevista en la edición impresa de ESTADIO Deportivo. 
Óscar Murillo2 min lectura