El próximo domingo, frente al
Alcorcón,
Pepe Mel vivirá su reestreno oficial como técnico verdiblanco. Una aventura que querrá comenzar de la mejor manera posible, ya que en función de los resultados que deparen el
Tenerife-Sporting y el Barcelona B-Las Palmas una victoria podría propiciar que la escuadra de las trece barras empatase con asturianos y canarios en los puestos de ascenso directo.
Y a tenor de las estadísticas, no es nada descabellado que la segunda etapa del madrileño arranque con un triunfo en el
Santo Domingo. Sobre todo porque como míster heliopolitano siempre empezó el año con una sonrisa. Así ocurrió en los tres precedentes que han tenido lugar hasta el momento, empezando por lo que ocurrió en 2011.
Entonces, tras varios días pendiente de una huelga convocada por la
AFE que no se llevó finalmente a cabo, el
Betis, líder en solitario de Segunda, recibió al
Nástic el 2 de enero, imponiéndose a los tarraconenses por
1-0 gracias a un tanto de Emana desde el punto de penalti. Doce meses más tarde, y con el
Betis ya en
Primera división, la historia volvió a repetirse.
Esta vez la víctima fue el
Sporting, que cayó en el Villamarín por 2-0 gracias a los goles de
Santa Cruz y Jorge Molina. De este modo, los verdiblancos prolongaban una dinámica positiva que se inició con el 2-1 frente al Valencia y que había seguido con un
0-2 ante el Atlético, colocando así al equipo en la zona templada de la clasificación.
Finalmente, el
2013 también empezó con una alegría para la fiel infantería helipolitana. Esta vez fue a domicilio, ganando el 4 de enero al
Zaragoza por 1-2, resultado que asentó a la escuadra de las trece barras entre las aspirantes a entrar en una Europa League para la que los de La Palmera acabarían clasificándose sólo unos meses después.
Ahora, y tras el paréntesis de
2014 (0-0 contra el
Valladolid con Garrido en el banquillo), Mel buscará un póquer de triunfos a principios de año que, en este caso, serviría también para iniciar con buen pie su segunda aventura en el banquillo bético.