La agitada vida institucional, otra de las constantes en un 2014 de ingrato recuerdo

2014: Despide un año en el que pasó de Europa a Segunda

El Betis deja atrás 12 convulsos meses en los que se fueron torciendo las cosas hasta el punto de tener cinco entrenadores, tres presidentes, dos directores deportivos, dos administradores... y que cierra con el ilusionante regreso de Mel.

2014: Despide un año en el que pasó de Europa a Segunda
El Betis consuma su descenso en abril, en la jornada 35, antes incluso de perder ante la Real Sociedad por 0-1. La victoria del Getafe ante el Málaga (1-0) le condenó. - A.T. / J.J.F.S.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
Un año para olvidar. Así podría resumirse cómo ha sido este 2014 para el Betis, que ha vivido 12 meses tremendamente convulsos y plagados de cambios. No en vano, durante estos 365 días han pasado por la entidad tres presidentes (Guillén, Domínguez Platas y Ollero), dos directores deportivos (Sergio Fernández y Alexis Trujillo), otros tantos administradores judiciales (Bosch y Estepa) y hasta cinco entrenadores (Garrido, Calderón, Velázquez, Merino y Mel).

Y todo eso sin entrar a analizar los movimientos de una plantilla que nunca dio la talla en Primera, puesto que pese a reaccionar gracias a los fichajes invernales (Adán, N'Diaye y Baptistao), nunca fue capaz de salir de una última plaza desde la que se certificó matemáticamente el descenso a finales de abril. De hecho, el equipo únicamente supo plantar cara en la Europa League, donde se metió en octavos, ganando el primer 'Euroderbi' en el Sánchez Pizjuán, diciendo adiós sobre el césped del Villamarín, cuando el eterno rival, que a la postre sería campeón, certificó su eliminación desde el punto de penalti.

A partir de ahí, y mientras la grada esperaba cambios, se comenzaron a repetir los mismos errores del verano anterior, perdiendo muchísimo tiempo en la planificación. Se tardó demasiado en reforzar al equipo e, incluso, se dejaron sin apuntalar zonas como el centro de la zaga o la medular, deparando unas carencias que sólo la puntería de Rubén Castro supo maquillar al inicio de temporada. Así, no es de extrañar que pronto la grada desconfiase de Velázquez y pidiese su salida.

Ésta se demoraría hasta la derrota contra el Alavés, que dejó el ascenso directo a ocho puntos. Su relevo transitorio fue Merino, que a base de intensidad y efectividad firmó un 12 de 12 que dejó el liderato a tres, allanándole el camino a un Pepe Mel que vivirá el domingo su reestreno en el banquillo bético con un único objetivo: lograr que el 2015 sea de Primera.
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