Jorge Morcillo es el central elegido por el
Betis para reforzarse en este mercado invernal y, salvo giro mayúsculo de los acontecimientos, cerrar el capítulo de altas en enero, tras la de
Francisco Portillo. Se confirmaría, así, la primicia de ESTADIO Deportivo, que ya avanzó la semana pasada tanto el nombre del valenciano como el sitio preferente que ocupaban los verdiblancos en la lista de pretendientes del ex recreativista. También se desgranaban en estas páginas las razones de peso para que el zurdo y su mujer, que serán padres el próximo mes de abril, se decantaran por la opción hispalense, principalmente la cercanía con
Huelva, ciudad natal de la pareja del defensa, que mantuvo hasta el final del plazo otorgado por el Betis, que expiraba el lunes, las dudas sobre si interrumpir o no a la mitad su primera temporada en la elite. Finalmente, el ostracismo al que le sigue condenando
Paco Jémez en
Vallecas terminó de convencerlo, por lo que sólo quedaba que en la planta noble del
Benito Villamarín se decidiesen a rematar una operación encauzada desde hace varios días.
De hecho,
Pepe Mel y su amigo
Felipe Miñambres, director deportivo de los franjirrojos, dejaron pactadas las condiciones de la cesión, en principio sin opción de compra y supeditada, como también se apuntaba en este periódico, a que el Rayo contratase un sustituto de garantías. Se le está resistiendo a los madrileños la repatriación de
Jordi Amat, pero confían en ablandar a tiempo al
Swansea, amén de que manejan alternativas sólidas. Entonces, liberarían a Morcillo, que ya se ha hecho a la idea de vestir de verdiblanco hasta el próximo 30 de junio y que, como el Betis, desea completar rápidamente el aterrizaje. Era, al cierre de esta edición, el fleco más importante que recortar, pues, según la fuente consultada, Morcillo viajaba este jueves a la capital sevillana para pasar el reconocimiento médico y firmar su nuevo contrato o bien permanecía en la madrileña hasta que su recambio se pusiese a las órdenes de Paco Jémez. Habrá que esperar, por tanto, acontecimientos en las próximas horas.
Sea como fuere, el casting final entre el levantino e
Iván Ramis del que se informaba ayer en ED parece haberse resuelto a favor del primero. Y no solamente por la diferencia entre la inversión necesaria para traer al todavía central del
Wigan y la del rayista, sino por la versatilidad de éste, que ha jugado en bastantes ocasiones como lateral izquierdo, otra de las parcelas que se querían reforzar ahora. En cualquier caso, los estrictos controles presupuestarios de la
LFP impedían al Betis ´endeudarse´ en enero para equilibrar su caja en verano o utilizar fondos propios para traer al balear, también lesionado en un tobillo.