Asegura no haberse sentido valorado por el club

Adrián recuerda su amarga marcha del Betis

El que fuera portero verdiblanco, ahora en el West Ham, repasa su salida de la entidad sevillana, en la que no se sintió valorado a la hora de la renovación.

Adrián recuerda su amarga marcha del Betis
El meta comenta la desigualdad de la liga inglesa y española. - redacción
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
Nadie es profeta en su tierra. En numerosas ocasiones es necesario alejarse para sentir el cariño y que te valoren. En el caso de Adrián San Miguel, ha tenido que emigrar a la Premier para recibir el reconocimiento que el Betis le negó. Aún siente el calor por parte de una afición que nunca quiso que se fuera y a la que espera devolverle todo el apoyo brindado el día que regrese. Tuvieron que venir de fuera para darle el trato que merecía. Ahora, sus números hablan de su capacidad profesional.

Aquel partido contra el Málaga en Liga, que supuso su debut, marcó un punto de inflexión en su carrera. A pesar de los cuatro goles encajados, dejó buenas sensaciones y provocó que se ganara el puesto de titular. Su buen rendimiento no influyó para que el club apostara por él y le renovara. La mejor solución fue hacer las maletas. "Mi contrato llegaba a su fin y no había un acuerdo para la renovación. Las personas encargadas de gestionarlo no pusieron todo su empeño en ofrecerme las condiciones de un jugador del primer equipo. Me veían como a un simple canterano. No me sentí valorado y decidí escuchar otras ofertas. No fue fácil. El Betis había sido mi casa durante años", explicó en una entrevista a Elite Sport.

Londres no presenta demasiadas similitudes con Sevilla. Al cambiar de equipo, Adrián tuvo que hacerlo de país, idioma, clima y cultura. La forma de vida es completamente diferente. Acostumbrado al sol andaluz, tuvo que abandonar las gafas para abrir con frecuencia el paraguas. El proceso de adaptación iba más allá de lo deportivo pero en su cabeza solo había cabida para la superación personal. Los primeros meses no fueron fáciles. Comenzó siendo suplente de Jussi Jaaskelainen pero supo cómo ganarse el puesto. "El fútbol inglés es diferente al español. Los porteros no están tan protegidos. Los árbitros dejan jugar y hay mucho contacto dentro del área. Lo primero que tuve que hacer fue adaptar mi físico a las exigencias de la competición. Debía estar preparado para un estilo de juego en el que las jugadas a balón parado son frecuentes. Cada córner y cada falta podían acabar en peligro. Aunque al principio me costó, ahora estoy perfectamente integrado. Conocer a mis compañeros ayuda a la compenetración con la defensa. En este tiempo me han sorprendido dos jugadores. Por un lado, Álex Song. Es muy humilde y no ha venido con aires de estrella. Y el otro es Enner Valencia. Hizo un buen Mundial de Brasil con Ecuador y se ha adaptado perfectamente al equipo tras jugar la liga mexicana".
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