Aniversario feliz

Adán de todas las paradas

El meta madrileño ha echado las llaves a la portería verdiblanca, en la que sólo ha encajado dos goles (Tenerife y Sporting) en las ocho jornadas disputadas tras la marcha de Velázquez.

Adán de todas las paradas
En solo un año, Adán ya es un ídolo - Isabel Morales
Isabel MoralesIsabel Morales5 min lectura
Criado en la cantera del Real Madrid, Antonio Adán sabe lo que es la presión y por eso jamás le tuvo miedo a los retos. De hecho, su salto a la titularidad en el conjunto blanco estuvo rodeado de una agria polémica por el enfrentamiento extradeportivo entre Jose Mourinho e Iker Casillas, que le cogió a él en medio. El luso llegó a decir que Adán era mejor portero que Iker, colocándole en el ojo del huracán de manera premeditada y sin escrúpulos. Fue una víctima colateral de uno de los culebrones mediáticos más importantes de los últimos años, llegándose a pasar por alto el rendimiento que ofreció en aquellos partidos, en los que, si no estuvo al nivel del ‘Santo’, anduvo muy, pero que muy cerca.

De aquél ostracismo al que volvió a quedar relegado con la llegada de Diego López -otro capricho de Mourinho-, a la actualidad parece que ha pasado un mundo, pero es ahora cuando el portero madrileño se está exhibiendo en su plenitud.

Apenas unos meses después de llegar a Cagliari, donde tampoco encontró la oportunidad que andaba buscando, recibió una (inesperada) llamada de teléfono que le cambió la vida.

Hoy se cumple exactamente un año desde que Antonio Adán fichó por el conjunto heliopolitano. Trescientos sesenta y cinco días en los que se ha convertido en una pieza fundamental en el equipo y no sólo por sus actuaciones, decisivas en su mayoría ésta y la pasada temporada. Su carácter y compromiso con el escudo que defiende le han valido el cariño de la grada y el respeto de sus compañeros, que le eligieron como uno de los capitanes en verano.

Ejemplo de profesionalidad, Adán aparcó su caché y aceptó la propuesta de un equipo que peleaba por eludir el descenso. El reto era importante, pero sus ganas de competir fueron mucho más fuertes. De hecho, casi con el descenso virtual, firmó una ampliación de su contrato a sabiendas de que le iba a tocar bajar ‘a los infiernos’ con el Betis. Ni siquiera el interés de una Real Sociedad que buscaba sustituto para Bravo le hizo faltar a su palabra. La ‘operación retorno’ iba a ser su mayor desafío personal y profesional.
Pero, tras el descenso, las cosas no comenzaron como todo el mundo esperaba. En los cinco primeros partidos encajó ocho goles. Señalado, Adán no dudó en hacer público su malestar por los métodos del preparador de porteros de Julio Velázquez, Kike Burgos. Su guerra abierta contra el vizcaíno provocó su destitución y una importante crisis dentro del vestuario. El tiempo demostró que el meta llevaba razón y su rendimiento mejoró exponencialmente. Sin embargo, no fue suficiente para evitar la destitución del vallisoletano, con el que mantenía una estrecha relación.

Con todo, ha sido con Juan Merino y con Pepe Mel con quien ha firmado sus mejores números el cancerbero. De hecho, en los ocho encuentros que ha disputado desde que fue despedido el ex del Murcia, el exmadridista sólo ha encajado dos goles (ante Tenerife y Sporting) y, además, ha superado el récord de imbatibilidad en Liga de Esnaola, acumulando 569 minutos sin encajar un gol, por los 535 que estuvo el de Andoáin.

El tanto anotado por Ifrán en el 55’ del partido contra el Tenerife (3-1) ponía fin a su racha, si bien el equipo aún no conoce la derrota, en parte, gracias a sus intervenciones.

Por eso ya hay quien dice que en la grada se ha escuchado, después de alguna de ellas, eso de ‘Adán de todas las paradas’...
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