Todavía no existen documentos gráficos de ambos juntos, aunque son ya varias las reuniones mantenidas por
Pepe Mel y
Eduardo Macià, dos de los vértices del triángulo planificador que completa
Alexis Trujillo. Es ´vox populi´ que entre el madrileño y el grancanario existe entendimiento y
complicidad, un ´feeling´ que, de momento, se repite con el valenciano, según confirman quienes trabajan codo con codo con ambos. El ex de la
Fiorentina y el entrenador del
Betis se profesan admiración, en el caso del míster nacida de las referencias recibidas y acrecentada al comprobar la enorme profesionalidad del nuevo director deportivo.
Cualquier detalle sorprende a diario gratamente al artífice de los
dos últimos ascensos verdiblancos, que ha podido comprobar cómo los seguimientos a jugadores son extremadamente pormenorizados, con un bagaje de varias temporadas para elaborar un promedio más exacto de su rendimiento, puesto que quieren evitar flores de un día y el despertar propio del último año de contrato. Nunca será como apostar sobre seguro, ya que las posibilidades monetarias del
campeón de Segunda en la elite se multiplicarán, pero seguirán siendo limitadas, especialmente en comparación con la mitad de la categoría. No obstante, afinar en el
proceso de selección se antoja clave para no repetir los errores que provocaron el descenso.
Sea como fuere, la
armonía existente entre los dos últimos en aterrizar este curso en el área deportiva no es óbice para que existan
diferencias de criterio en varios asuntos importantes, especialmente en los que se refieren a la
confección de la plantilla que debe luchar por quedarse en
Primera con holgura y, a medio plazo, afianzarse en la máxima categoría para aspirar pronto a
Europa. Tanto en el capítulo de bajas como en el de altas, el guion de
Macià no coincide del todo con el de
Mel, cuyo conocimiento del vestuario (y, por ende, de sus virtudes y carencias) es mucho mayor que el que tiene el otrora manager del Liverpool. Bien es cierto que el titular ´
mejor 4-5 fichajes de nivel alto que 8-9 de nivel medio´ genera consenso entre ambos, ya que el míster de los verdiblancos siempre ha defendido la calidad antes que la cantidad (lo que, entre otras cosas, le permite apostar más por la cantera), aunque el desarrollo de esa fórmula tiene caminos distintos.
Pulso relativoSería muy simple reducir el debate a que uno quiere dar pocas bajas y fichar, como mucho, a
media docena de jugadores y que el otro prefiere aumentar ambas listas. No se trata estrictamente de una cuestión numérica, aunque también. Lo cierto es que los técnicos entienden que un amplio grupo de la plantilla no ha acumulado méritos en
Segunda que hagan confiar en su crecimiento entre los mejores clubes del país, si bien existen fundadas razones para pensar que hombres como
Cejudo,
Pacheco,
Kadir o
N´Diaye tienen bastante guardado, como demuestra su pasado reciente.
El quid de la cuestión reside en la necesidad de fichar, como poco, a
un titular por línea. Mel ve pertinente, no obstante, hacer más hincapié en
mejorar el equipo en la contención, ya que, sin entrar en detalles, hay fundadas razones para creer que esta defensa, por ejemplo, sufriría sobremanera en
Primera. Por ende, aparte de un
central con jerarquía y un
lateral polivalente, habrá que reclutar otro efectivo más para el eje. En si éste debe ser un titular o un complemento (con el consiguiente incremento de la inversión para convencerlo) radican, por ejemplo, las diferencias entre los planificadores.
Además, la idea hace un mes era conservar a los
tres medios de cierre (Xavi Torres, Lolo Reyes y N´Diaye), buscando competencia para
Dani Ceballos en la faceta creativa, pues
Portillo seguirá partiendo desde fuera. Ahora, en cambio, gana adeptos la teoría de que sobra un pivote y de que se debe contratar ahí a alguien con
agresividad y
experiencia. Mucho por consensuar aún.