Aumenta la incertidumbre con Osvaldo

Daniel Osvaldo está protagonizando uno de los grandes culebrones del verano. Después de haber valorado un sinfín de propuestas, el controvertido delantero estampó su firma el pasado jueves con un equipo... uruguayo. Concretamente, con el modestísimo Sud América, cuya camiseta naranja nunca vestirá.

Y es que todo obedece a una maniobra fiscal basada en el hecho de que Uruguay está considerado por la FIFA como un país de cuarta categoría. Esta catalogación permite que sus clubes paguen menos impuestos cuando realizan transferencias internacionales, de ahí que muchos futbolistas brasileños y argentinos los hayan utilizado como puente recientemente para ahorrarse dinero. Esta táctica está perseguida y ya se han impuesto algunas sanciones, aunque está lejos de ser erradicada.

De hecho, Osvaldo hará escala en el Sud América antes de llegar a Europa, donde el Oporto parece haber tomado ventaja. Tanto es así que la prensa portuguesa ya da por hecha su llegada al Estádio do Dragão, donde coincidiría con Iker Casillas y disfrutaría del ´caramelo´ de la Champions League. Con todo, aún no ha estampado su firma y todo puede pasar.

De hecho, las informaciones que provienen desde Argentina siguen siendo contradictorias. Por un lado, se apunta al Oporto como destino más factible, pero siguen sin descartar que pueda terminar recalando en el Betis o en el Torino, sus otros pretendientes europeos. Incluso se especula con la posibilidad de que podría haberse dejado seducir por los petrodólares de algún equipo de Emiratos Árabes.

La rumorología va en aumento, entre otras cosas, porque el futbolista se niega a hacer cualquier tipo de declaraciones y su entorno es tan grande como heterogéneo, de ahí que las filtraciones sean dispares. Su agente, Darío Dacoud, también ha dejado de hacer declaraciones públicas y parece centrado en resolver el futuro de su representado.

El Betis, por su parte, no pierde la esperanza de convencerlo, aunque tiene asumido que a día de hoy no es el mejor posicionado para hacerse con sus servicios. Por ello, ha reactivado otras opciones que son igualmente complicadas, puesto que suponen pagar traspaso... o esperar a última hora para conseguir la cesión de algún descarte de equipos más poderosos.

Mel, que sí está exigiendo celeridad para la llegada de los extremos, se muestra más comprensivo y paciente con el asunto del delantero, ya que actualmente puede contar con Molina, Rubén y Rennella. El futuro de este último es incierto, toda vez que partiría como el cuarto ariete de la plantilla y tendría muy difícil jugar. Además, se da la circunstancia de que muchos equipos, tanto del extranjero como de Segunda división, han preguntado por sus servicios, por lo que no tendría demasiados problemas para encontrar acomodo.