Tras su frustrada salida al Rayo, verá cumplido su sueño de coincidir con Joaquín

Las siete vidas de Vadillo

Tras superar dos graves lesiones y un periodo de ostracismo, se aferra con fuerza a su nueva oportunidad.

Las siete vidas de Vadillo
Le readmiten y coincide con su ídolo. - David Díaz
David DíazDavid Díaz3 min lectura
Pese a tener sólo 20 años (el 12 de septiembre cumplirá 21), Vadillo ya conoce de memoria la cara más amarga del fútbol. No en vano, ha sentido crujir sus dos rodillas y ha visto cómo el mismo entrenador que le hizo debutar en la élite siendo un niño, le apartaba del equipo cuando empezaba a ser un hombre. Todo ello, en el inicio de una carrera deportiva que ha tenido el trazado de una montaña rusa.

Y es que todo comenzó muy rápido, casi sin tiempo para acomodarse en el vagón. Con 16 años, 11 meses y 16 días, entró en los anales de la historia del Betis al convertirse en el jugador más joven en debutar en Primera. Lo hizo como titular en un Granada-Betis que terminó con victoria verdiblanca (0-1). Sólo unas semanas más tarde jugó en el Bernabéu, donde recibió el primer revés de su vida. Una carga de Sergio Ramos le hizo perder el equilibrio y su rodilla derecha no soportó la flexión. El parte de guerra, una rotura del ligamento cruzado anterior y un periodo mínimo de convalecencia de seis meses.

Pero volvió en cinco. Eso sí, con el filial, pues tenía que recuperar sensaciones. No fue fácil, si bien la espera mereció la pena. Así, reapareció en el Villamarín en un partido de Copa ante el Valladolid. Y él fue el protagonista, puesto que entró cuando el partido estaba atascado y colaboró en los dos goles verdiblancos. Fue una buena temporada para el Betis, que terminó clasificándose para la Europa League, y también para él, puesto que volvió a sentirse futbolista.

La siguiente fue mucho peor en lo colectivo, puesto que culminó con un descenso, e irregular en lo personal. Con todo, el verdadero mazazo le llegó en el verano de 2014, cuando se rompió la otra rodilla en un amistoso contra el Marbella. Otra vez tocaba volver a pasar por el quirófano e iniciar un largo periodo de recuperación, aunque no se desanimó. "Ya volví una vez y ésta no va a ser menos", escribió en Twitter.

Y lo logró. Salió del túnel y volvió a jugar esporádicamente en el tramo final de la pasada campaña. No lo suficientemente bien para Mel, quien decidió descartarle, de ahí que los últimos meses se haya ejercitado al margen del equipo. Sin embargo, tras su frustrada marcha al Rayo, ha vuelto a ser readmitido y se aferra con fuerza a su última oportunidad. Esta vez, junto a su ídolo de la infancia, Joaquín, al que quiere demostrar que tiene siete vidas.
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