No es un elemento determinante; de hecho, el vigente campeón, el Barcelona, es el equipo más bajo de la Liga (1,79), pero la altura media de los equipos ayuda a identificar ciertas cualidades de las plantillas. Los centímetros, si están bien aprovechados, suelen ser sinónimo de poderío aéreo o de estrategia, aspectos que muchos clubes intentan reforzar verano tras verano.
En ese sentido, el
Betis ha dado un salto importante esta temporada con la incorporación de jugadores como Heiko Westermann (190 centímetros), Amro Tarek (189), Ricky van Wolfswinkel (186) o Juan Vargas (185).
Con ellos, la altura media del equipo se ha elevado hasta el 1,82 metros, lo que le convierte en el segundo equipo más alto del Campeonato Nacional de Liga, igualado con Sevilla F.C., Atlético de Madrid, Athletic, Espanyol y Granada.
A ello contribuye que un 40 por ciento de la plantilla (diez jugadores) superan los 185 centímetros, siendo Westermann y Antonio Adán, con 190, los techos de la plantilla. Y que apenas seis futbolistas de la primera plantilla no lleguen al 1,80.
Los citados jugadores son Rafael van der Vaart (1,76), Álvaro Cejudo (1,76), Dani Ceballos (1,76), Molinero (1,75), Portillo (1,69) y Rubén Castro (1,68), que es el más bajito de los verdiblancos.
Curiosamente, el próximo sábado visita el Benito Villamarín el equipo de Primera que ostenta el honor de ser el más alto del campeonato, una Real Sociedad que tiene de media 183 centímetros, gracias a jugadores como Ansotegi (1,92), Jonathas (1,92) o Mikel González (1,90), por lo que se verá, sin duda, un duelo de alturas.
David Moyes tiene a su disposición una plantilla de ´chicarrones´, con un setenta por ciento de la misma por encima de los 180 centímetros, esto es, 17 de los 24 que la componen.
Pero, lo más curioso, si cabe, es que ninguno de los integrantes mide menos de 1,70. De hecho, el atacante guineano Armindo Tué Na Bangna, más conocido como Bruma, uno de los fichajes de este verano, alcanza los 173 centímetros, la altura más baja de todo el plantel.
Isabel Morales3 min lectura