Los enfrentamientos contra el
Deportivo de La Coruña siempre resultarán especiales para
Rubén Castro. No en vano, el canario vivió un auténtico
calvario en el conjunto gallego, al que llegó en 2004, tras ser ´Pichichi´ de Segunda con Las Palmas. Y es que el delantero apenas tuvo oportunidades en las filas blanquiazules, viviendo un
auténtico carrusel de cesiones (en la 04/05 en el Albacete; en la 06/07 en Racing y Nástic; en la 08/09 en el Huesca y en la 09/10 en el Rayo) que le permitió jugar sólo 42 duelos oficiales en la escuadra de Riazor (campañas 05/06 y 07/08), firmando
once goles.
Curiosamente,
uno de ellos sirvió para tumbar al Betis en el Villamarín, iniciando así una racha negativa para los verdiblancos que ya ha alcanzado los cinco partidos. Justo los que ha jugado el Deportivo en Heliópolis desde aquel 12 de febrero de 2006, cuando
Rubén Castro, que salió en el 77´ por Munitis, finiquitó a la perfección un contragolpe gallego, fusilando con su pierna derecha a Doblas en el 90´ (0-1). A partir de ahí, los coruñeses comenzaron a hacerse fuertes en sus visitas a La Palmera, con dos victorias (por 0-1 en la 07/08 y 0-3 en la 08/09) y otros tantos empates (por 1-1 en la 06/07 y la 12/13). De todos esos choques, el de La Isleta sólo estuvo presente en el último, quedándose sin ´mojar´ (el ´chicharro´ verdiblanco fue de Jorge Molina).
Cabe destacar, no obstante, que
sus dos únicos goles como visitante en el coliseo coruñés los logró en la 12/13 y ya como verdiblanco. La primera de ellas la celebró señalándose su dorsal. Mañana, a partir de las 22:05, buscará desquitarse, intentando romper, de paso, un mal fario heliopolitano que él mismo comenzó.