Del consejo que había antes de la dimisión de los que abanderan ´Ahora, Betis, ahora´ siguen 8

La savia nueva no iba de farol

López Catalán y Haro ganan la crucial junta extraordinaria con un 27,4% de los votos, por el 25,92% de un Castaño que sólo tuvo a Farusa con él.

La savia nueva no iba de farol
En la imagen, Haro y Catalán, eufóricos, celebran el resultado. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura
Sorpresa en la histórica junta extraordinaria del 23-S, que deparó, pasadas las diez y cuarto de la noche de ayer, un triunfo ajustado aunque suficiente de 'Ahora, Betis, ahora', que obtuvo el respaldo del 27,4% de los asistentes, por el 25,9% de un Castaño que apenas logró el apoyo para su 4,2% del casi 20% de Farusa. No iban de farol, por tanto, José Miguel López Catalán y Ángel Haro, exultantes después de una maratoniana carrera para convencer en pocas semanas a ese accionariado durmiente y atomizado que, finalmente, les ha llevado de nuevo al poder en el club heliopolitano.


Triunfó una propuesta de doce consejeros, que suponían el 13,64% del capital, con una clara apuesta por la continuidad, ya que, aparte de sus ex miembros López Catalán y Haro, siguen de la directiva que llegó a esta junta Juan Carlos Ollero (al frente), José Montoro, Ernesto Sanguino, Adrián Fernández, José María Pagola y Tomás Solano, ingresando como novedades Rafael Salas, María Victoria López, Ramón Alarcón y Cayetano García de la Borbolla (PNB).


'Mucho más que un sentimiento', proyecto liderado por Manolo Castaño, proponía para esta aventura, además, a la hija del onubense, Carmen, así como a Javier Páez (sobrino de Lopera), Francisco Nuchera, Juan Carlos Cordero, Enrique Rojo, José Manuel Hiruelo (abanderado de las peñas), Juan Carlos Andújar, Juan Soria, Antonio Sánchez-Mejías, José Ignacio Vélez y Patricio Arreciado. Doce en total, pese a que había anunciado un consejo de siete u ocho como mucho, con un 4,28% del capital en su haber, aunque tuvieron el apoyo previsto del 19,96% que resta a Farusa, pues el 31,38% estaba y está intervenido por el Juzgado de lo Mercantil. Las 500 acciones propiedad de Balbino de Bernardo con las que contaba Castaño se le cayeron a última hora, preludio de lo que pasaría después.


El acto empezó con cierto retraso, lógico por un lado, pues fueron en torno a 500 las personas acreditadas (439 accionistas y muchos medios de comunicación), aunque hubo también algún que otro error técnico y peticiones a la mesa para que un notario revisara concienzudamente cada título representado por ´Ahora, Betis, Ahora´ (por parte de un abucheado Castaño) y para que los de Farusa no se contabilizaran por morosidad en el pago de los mismos en su día (por parte de Manuel Serrano, de Béticos por el Villamarín). Para agilizar el único punto del día, y antes de que las dos candidaturas consabidas se postulasen, los componentes del órgano rector hasta ayer presentaron su dimisión, abandonando la mesa presidencial entre los vítores y aplausos de todos los presentes.


Seguidamente, tras conocerse los candidatos concretos, cinco dispositivos electrónicos (pda) fueron pasando entre los que tenían derecho a expresar su voluntad para que éstos votaran uno a uno a los veinticuatro aspirantes, lo cual iba a retrasar la junta una barbaridad, pues sólo con Ollero, el primero de los propuestos, se empleó casi media hora. El propio ingeniero melillense convocó a Castaño, López Catalán y Haro para pactar un cambio en las votaciones, acordándose que se cuestionaría a la asamblea sobre el cabeza de lista de ´Mucho más que un sentimiento´ y, aplicándose el resultado, salvo que cualquier accionista quisiera cambiar el sentido de su voto (algo que sólo ocurrió en un caso de los 439 posibles), a cada candidatura en su conjunto.

Este giro, obviamente, aceleró la junta, que se habría dilatado hasta bien entrada la madrugada de la otra manera, circunstancia nada operativa en ningún sentido, por lo que, felizmente, imperó la cordura, llegándose relativamente pronto, en comparación con anteriores citas, al devenir mencionado, que no es otro que la sorprendente victoria de José Miguel López Catalán y Ángel Haro, casi los únicos que confiaban ciegamente en superar a Castaño. Parece que la savia nueva en verdiblanco no era precisamente la que iba de farol.
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