El análisis

Posesión no siempre es sinónimo de fútbol

El Betis tuvo el balón, pero adoleció de intensidad y desborde para hacer daño a un Depor bien plantado que sacó petróleo a la contra.

Posesión no siempre es sinónimo de fútbol
Ceballos animó a un equipo plano. - Fernando Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 1 min lectura
El balón fue verdiblanco. El problema es que en ningún momento lo movió con la rapidez necesaria para sorprender a un Deportivo bien plantado, que basculaba como un bloque compacto, con las líneas muy juntas, y confiaba toda su suerte en ataque a una rápida salida.

Sin mucho fútbol por el centro, producto del perfil defensivo de sus dos pivotes, el escaso peligro bético aparecía cuando el cuero llegaba a los dominios de Joaquín, que encontraba en Piccini un buen socio por la diestra. Pero esos fogonazos no bastaban. El dominio se traducía en mucho fútbol horizontal, sin desborde, y ese ritmo lento sólo servía para escribir un guion cómodo para los gallegos, que castigaban la falta de intensidad de los de Mel tras el descanso con el golazo de Cartabia.

Ya por entonces, el inédito Van der Vaart había dejado su sitio a Ceballos, de cuya mano llegaban los mejores minutos béticos, empate incluido. Pero el utrerano no encontró socios y en una nueva contra, previo fallo de Petros, el Depor hacía bueno su tímido pero correcto planteamiento para condenar a un Betis sin ideas.
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