Hugo Galera, expresidente del Betis, que en 1992 salió del club tras venderle a
Manuel Ruiz de Lopera sus acciones, ha admitido hoy que la llegada de Lopera fue un "error". Además, tras la última junta general extraordinaria de accionistas, Galera criticó la manera de actuar del club. "El
Betis no ha actuado bien.
Por Nuestro Betis también ha denunciado no haber sido informado de nada. No ha habido respeto a las plataformas que llevaron a Lopera a los tribunales y que lo sacaron del club. Ha habido intromisión del presidente Ollero en un asunto que no le incumbe. Esos papeles (pacto con Lopera) jamás los vi hasta que se publicaron", aseguró en una entrevista a El Mundo.
"No hay que pagar ni un duro por esas acciones.
Lopera tendría que devolverlas y, digamos, reintegrar también en torno al 80% del dinero que los tribunales evalúan que se ha llevado. Esas serían mis líneas rojas en una supuesta
negociación. En tal caso, se podría ser blando con las medidas penales", añadió Galera.
Con respecto a los detalles de la negociación con Lopera en 1992, Galera recordó: "Se dice que yo le abrí la puerta a
Lopera para entrar en el Betis y que ahora pretendo cerrarla para que no salga. Son dos mentiras. Jamás quise que
Lopera entrase. Lo metieron
Pepe León y algún otro directivo. Nunca lo acogí de buen grado, y cuando intenté sacarlo me encontré con una presión mediática y social tremenda. Él fue hábil. Hizo una campaña diciendo que, como no tenía hijos, dejaría toda su herencia al Betis, que iba a construir un hotel para los viejecitos béticos, incluso hizo aquel sainete de vídeo donde salvaba al club abriendo bancos... En el momento en que el
Betis se transforma en Sociedad Anónima, yo ya sabía que había engañado a todo el mundo, que no había puesto el dinero, que había trampas. Pero era tarde. Todos le creyeron. Claro que fui culpable de abrirle las puertas del club a Lopera, pero esa fue una responsabilidad compartida".
Sin embargo, 23 años después, el empresario de la calle Jabugo se volvió a poner en contacto con él a través de su intermediario: "Hace unos meses, el abogado
Baena Bocanegra me llamó para que nos reuniéramos en secreto. Me explicó que venía a tratar el asunto del Betis. Mi respuesta fue clara: no es usted la persona indicada y no tenemos absolutamente nada que negociar".