La renovación de Dani Ceballos no es el único asunto que mantiene ocupado estos días a
Eduardo Macià y a su equipo de trabajo. Además de tratar de cerrar de una vez por todas el futuro del canterano, el director deportivo sabe que tiene que atender la situación de otro jugador importante en el esquema de
Pepe Mel, vital en el ascenso, pieza clave en este arranque de temporada y uno de los pesos pesados dentro del vestuario.
Durante el verano, ya le prometió a Antonio Adán que una vez cerrado el mercado estival, su ampliación de contrato pasaría a ser una prioridad, por lo que, junto a la mejora contractual del utrerano,
Macià perfila los términos de un acuerdo que se prevé menos complicado que aquél. Pero, no será el último tema que mantenga ocupado al ex director deportivo de la Fiorentina.
En su agenda se acaba de colar Bruno González, quien, j
unto a Heiko Westermann, está completando un inicio de temporada espectacular. Desde la dirección deportiva se quiere premiar el rendimiento ofrecido por el canario, cuyo
contrato expira en junio de 2017, así como tratar de retener a un futbolista en el que se tienen depositadas muchas esperanzas.
Junto a Adán y Rubén Castro, e
l de Las Galletas es el único futbolista que lo ha jugado todo en lo que va de curso. A sus 25 años,
Bruno ha alcanzado en éste, su primer año en Primera división, un nivel altísimo y ha demostrado una madurez impropia de un futbolista de su edad, algo que en el seno de la entidad valoran muy positivamente. Desde su desafortunado debut en Ponferrada con la camiseta del Betis hasta ahora ha llovido mucho y Bruno ha sido capaz de demostrar su fiabilidad y su carácter, algo que se ha acentuado en compañía de Westermann.
Isabel Morales2 min lectura