Ceballos, una renovación con fecha de caducidad

La reunión anunciada por Pepe Mel el pasado domingo entre Bahía y el Betis para la renovación de Dani Ceballos tuvo lugar este martes en Madrid. En ella intervinieron el director deportivo, Eduardo Macià, el vicepresidente Ángel Haro y la interlocutora válida de la agencia de representación del jugador, Margarita Garay. Sobre la mesa, tres alternativas: hacer borrón y cuenta nueva; abandonar definitivamente la negociación; o redibujar un nuevo acuerdo en base a las condiciones actuales. Las dos primeras quedaron descartadas por ambas partes, que han preferido retomar las conversaciones en el punto en el que se habían dejado el pasado verano y, a partir de ahí, comenzar a trabajar.

Bahía retrasó en varias ocasiones la firma de un acuerdo cerrado verbalmente aludiendo, primero, a unos problemas burocráticos con la anterior agencia de representación del futbolista y, después, a la inestabilidad institucional en la que estaba inmersa el club. Así, la agencia emplazó al Betis hasta después de la junta general de accionistas, en la que algunas fuentes apuntan que esperaban una victoria de Manuel Castaño, con el que podrían haber acordado verbalmente una ficha cercana al 1,5 millones de euros para su representado. Al menos, así lo afirmaban ayer en ‘La Jugada’ de Canal Sur Radio.

Con todo, el triunfo de ‘Ahora, Betis, ahora’, encabezado por Haro y Catalán, alteró los planes de los agentes de Ceballos, que ahora están obligados a perfilar un nuevo contrato en un escenario totalmente distinto al de hace algunos meses.

El Betis tiene una nueva mano de cartas con las que quiere jugar. La nueva directiva maneja propuestas imaginativas, con las que esperan contentar al futbolista, aunque ligeramente inferiores económicamente a la última propuesta. Entienden en el Betis que no pueden poner al canterano, en estos momentos, en el escalón salarial de los mejores pagados del equipo -léase Joaquín, Van der Vaart o Rubén-, pero no descartan un contrato progresivo y con importantes bonus por objetivos. Para compensar, estarían dispuestos a rebajar la cláusula de rescisión a una cifra razonable, para que ésta no suponga un freno a futuras ofertas.

Estas son algunas de las líneas maestras que se plantearon este martes en la nueva toma de contacto, en la que lejos de cerrarse un acuerdo, sólo se sentaron las nuevas bases de una negociación que, eso sí, tiene fecha de caducidad. Desde el consejo de administración verdiblanco se ha impuesto el próximo partido ante el Espanyol como fecha límite para solucionar el ‘culebrón Ceballos’, según desveló ayer la cadena SER.

Ni un día más quieren dedicar los nuevos rectores heliopolitanos a un asunto que consideran debe estar resuelto antes de que se reanude la competición, para que deje de ser un lastre tanto para el jugador como para el entrenador y el propio equipo, en general.

En estos diez días, las tres partes deberán llegar a un acuerdo o bien descartar definitivamente la renovación del jugador, que el próximo mes de enero estaría en disposición de firmar con cualquier equipo libremente.

Con todo, en este punto, las conversaciones están muy vivas y se han producido avances significativos.