Joaquín y Esaú Fernández, dos pasiones que unen a dos artistas

Dos amigos. Dos artistas. Joaquín Sánchez y Esaú Fernández. Los dos llevan el arte en las venas. De generaciones diferentes, pero con las mismas pasiones: el fútbol y los toros. El Real Betis y el toreo. Mañana para Esaú es un día grande. Para Joaquín, también. Esaú lidia su tercera corrida en Sevilla en el día de la Hispanidad después de que la espada le privara la Puerta del Príncipe en la Feria de San Miguel. Joaquín estará ahí, muy cerca de él, en el callejón, apoyándolo y deseándole el triunfo grande, de peso, que le consagre como figura del toreo. "Ahí voy a estar junto a ti. Te deseo muchísima suerte. Te lo mereces. Vas a formar un lío", le transmite el jugador del Betis.

Se admiran mutuamente. "Joaquín sabe la admiración que le tengo como futbolista pero, sobre todo, como persona. Para mí es un honor tener a uno de los grandes como amigo", asegura Esaú, que considera a Joaquín un artista: "Joaquín es un artista en todos los sentidos. Él lo hace todo bien, haga lo que haga. Decidió ser futbolista y es un 'crack', pero si hubiera decidido ser torero, sería una figura del toreo; y si hubiera sido cantante, también sería una estrella. Tiene un don especial y tiene un carisma al alcance sólo de los elegidos. Es un fenómeno. Cuenta un chiste y te tienes que reír. Pero ni siquiera le hace falta contarlo. Hasta hablando tiene gracia".


Capi, Sergio Ramos...
Una década les separa. Esaú tiene 24 años y Joaquín diez más, 34. Pero a través de amigos comunes nació una amistad verdadera. "Yo siempre he sido el más pequeño de mis amigos -comenta Esaú-, pero Joaquín es muy aficionado a los toros y tenemos amigos en común como Fernando Varela, Arzu, David Navarro, que juega en el Levante, Sergio Ramos, su hermano René... Realmente, todo empieza porque Capi y Redondo viven al lado mía en Camas y mi hermano es íntimo amigo de ellos. Después ha coincidido que a cada uno nos va bien en nuestras facetas. Ellos son deportistas de élite, son muy aficionados a los toros y para mí es un honor que sean seguidores míos".

En el caso de Joaquín, Esaú intuye algo más que le hace diferente: "Yo creo que Joaquín lleva dentro a un torero, no lo puede evitar, y estoy convencido de que cuando acabe su carrera acabará toreando un festival benéfico. Por ayudar a alguien y por matar ese gusanillo que lleva dentro".

Joaquín se rinde ante Esaú, y viceversa. El torero, bético de cuna, Socio de Honor del club y fiel seguidor del Betis, deduce que tras la finta y el sprint de Joaquín hay un mensaje mucho más profundo. "Hay toreros y futbolistas artistas y los hay de valor, que van a por todas, sin miedo, no se asustan. Joaquín también es valiente, pero sobre todo es un artista, también en su forma de tocar la pelota. Te gusta verlo porque lo hace bonito, distinto. Sientes lo mismo que cuando un torero da un muletazo bueno. Hay toreros y futbolistas con una gran técnica y con una gran capacidad. Pueden con todo, nunca los ves apurados con el balón o delante del toro".


El fútbol y los toros
Recibir el balón, o al toro. Controlarlo o templar. Mandar. Y definir. Dos mundos distintos que tienen sus similitudes en los terrenos que se pisan, en esos en los que manda la sangre fría y en los que se reciben cornadas o patadas. O puerta grande o enfermería. Ese valor que se intuye sin ser forzado y que desprende quien encara la verdad, quien no sabe vivir escondido en el engaño.

"Cuando estás delante del toro, el toro no te perdona un fallo. El mínimo error lo pagas caro. Y en el fútbol si te equivocas, o te dan un patada o pierdes el balón decisivo que le puede costar caro a tu equipo. Hay cosas entre el fútbol y los toros que están muy ligadas".

"En el toro a veces hay que pasar esa línea que te hace arriesgar al máximo y jugarte la vida de verdad. En el fútbol, Joaquín o Rubén Castro también se juegan mucho cuando pasan esa línea, y tienen que rematar la faena porque de ellos depende todo el equipo. Son ellos a los que les toca definir. Ocurre lo mismo cuando has cuajado una buena faena tienes que entrar a matar. Sabes que tienes cortadas las orejas al toro, pero en ese último momento tienes que actuar con muchísima sangre fría para controlar los nervios. Si el haces gol, si metes la espada dentro, tienes el triunfo en las manos".

Ojalá mañana a Esaú le acompañe esa fortaleza mental que tienen los grandes triunfadores como él. Y ojalá Joaquín tenga la suerte de vivirlo y disfrutarlo junto a él. Dos artistas unidos por dos grandes pasiones: el Real Betis y los toros. Suerte, 'Maestros'.