El
Betis ha vuelto a Primera mucho más maduro. Y no sólo porque se supone que ha aprendido la lección de lo largo que se hace una temporada en
Segunda, sino porque en toda la Liga sólo hay tres clubes más veteranos y porque supera en cinco años la edad media del equipo que descendió en la 2013/2014.
El actual plantel verdiblanco promedia 28,2 años, una cifra que únicamente sobrepasan
Las Palmas (28,6),
Deportivo (28,8) y
Rayo Vallecano (29) y que supera ampliamente los 26,3 años en los que se encuentra la edad media de Primera en la presente campaña.
En este hecho tienen mucho que ver los fichajes de
Joaquín (34),
Van der Vaart (32),
Vargas (32),
Westermann (32) y
Digard (29), que se unieron a otros treintañeros como
Rubén Castro (34),
Jorge Molina (33),
Dani Giménez (32),
Cejudo (31),
Kadir (31) o
Molinero (30).
El equilibrio llega de la mano de otros refuerzos como
Petros y
Van Wolfswinkel, que tienen 26, Pezzella, que cuenta con 24, y
Tarek, el más joven de entre todas las caras nuevas, con 23, los mismos que el comprado
Cristiano Piccini.
No obstante, los 'bebés' del vestuario son
Dani Ceballos (19) y
Vadillo (21), con permiso de
Fabián (18), quien cuenta con ficha del filial pero es uno más en el día a día de la primera plantilla bética.
Entre unos y otros, pueden configurarse dos onces competitivos que serían el equipo más viejo y el más joven de la
Liga, entre los que hay ocho años y medio de diferencia: 31,4 y 22,9, respectivamente.
Todos juntos forman el plantel del actual octavo clasificado del campeonato liguero, lo que viene a desacreditar las críticas que recibieron
Eduardo Macià y su equipo de trabajo por la elevada edad de una gran parte del vestuario.
Tampoco apoya la teoría de ´a mayor edad, un menor rendimiento´, el dato que apunta a que en la 13/14 el Betis bajó con el equipo más bisoño de la categoría, con sólo 23,2 años, en el que sólo
Rubén y
Molina habían cumplido los 30 y que tenía 16 jugadores por debajo de los 25.