El Betis, a importar su firme versión forastera

Los parones, muchas veces, son recibidos como agua de mayo por los equipos acuciados por lesiones o por rachas negativas, aunque, incluso entonces, los profesionales prefieren no sólo mantener el ritmo, sino también jugar enseguida para redimirse pronto y quitarse el mal sabor de boca. Es por ello que el último ´impasse´ liguero por los compromisos de las selecciones ha venido especialmente mal al Betis, que vio interrumpida su ascendente trayectoria, cifrada en dos triunfos seguidos a domicilio (en El Molinón y Vallecas) ante sendos rivales directos, que colocó a los verdiblancos a punto de los puestos europeos.

Ahora, la obligación en Heliópolis es importar la exitosa versión forastera para empezar a convertir Heliópolis en un fortín respetado. Hasta la fecha, el Villamarín ha presenciado los tres signos posibles en la quiniela, por lo que la visita esta noche del Espanyol se presenta como una oportunidad de demostrar que se ha elegido la buena senda de manera permanente, no anecdótica. En este sentido, cabría esperar cierta continuidad en la alineación, pues no media más contingencia que el cansancio por los largos viajes de N´Diaye y Ceballos, amén de los problemas de espalda de Jorge Molina, K.O. como los todavía renqueantes Van der Vaart y Vargas.

Sin embargo, Pepe Mel ha ensayado durante la semana con variaciones significativas en el equipo que venció 0-2 al Rayo, incluyendo en lo que al dibujo se refiere. Para empezar, el talismán Varela, convocado aunque inédito con la sub 21, podría dejar su puesto en el lateral zurdo a Molinero, que ejercería a pierna cambiada para tapar las incursiones de Hernán Pérez o Montañés. Ha sido una de las probaturas del míster madrileño a puerta cerrada. No está claro todavía si incidirá en el 1-4-4-2 (con ventaja para Van Wolfswinkel sobre Rennella como acompañante del restablecido Rubén Castro) o apostará por un 1-4-3-3 en el que el canario sería la referencia, con Joaquín y Cejudo abiertos a las bandas.

Este dibujo permitiría hacer sitio en la sala de máquinas a más jugadores, pues es en esta zona donde Mel alberga más dudas. Y es que, sin N´Diaye, ha quedado demostrado que el Betis carece de equilibrio, por lo que podría forzar al franco-senegalés, pese a que regresó el jueves de Argelia (donde no jugó ni un minuto) y apenas se ha ejercitado con sus compañeros. Petros parece intocable en el eje. El brasileño está creciendo paulatinamente, valorándose mucho el enorme número de recuperaciones que aporta al equipo. Ceballos, renovado y aliviado, tendrá minutos, pero seguramente no de inicio, por lo que Portillo y, en menor medida, Xavi Torres opositan a la titularidad, más que nada por el escaso físico que tendría la pareja de mediocentros formada por el paleño y el ex del Corinthians, que necesitarían un tercer elemento quizás para ofrecer seguridad.

Diferentes alternativas para un Betis que, según la lógica, no debería diferir demasiado del que afrontó el parón pletórico, gracias a la solvencia defensiva y la efectividad en ataque, si bien su entrenador es partidario de adaptar en parte su alineación a las virtudes y los defectos del oponente, por lo que no son de extrañar alteraciones de aquella tónica tradicional que aboga por no tocar lo que funciona.

Por parte espanyolista, Sergio González dejó en Barcelona a Diop, que ultima su recuperación, y a Duarte, que jugó con la sub 21 y acumula muchos minutos, amén de a Ciani, Abraham y Rober. Gerard Moreno y Joan Jordán siguen lesionados.