Renovaciones

Sin olvidar a Bruno, es el turno de Adán

Macià prometió al meta revisar su situación tras atar a Ceballos, lo que podría producirse esta misma semana o la próxima a lo más tardar.

Sin olvidar a Bruno, es el turno de Adán
Adán y Bruno, con el Betis. - Ó. M. / A. T.
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
El director deportivo verdiblanco, Eduardo Macià, pasó el lunes de puntillas por el asunto de las próximas renovaciones en su agenda, argumentando que, “siempre con la discreción que toda situación merece, el club irá avanzando en aquellas operaciones contractuales que piensa que serán importantes en el futuro del Betis”. La pregunta iba encaminada a ‘sonsacarle’ información sobre Bruno y Adán, cuyo rendimiento invita a una revisión que, en el caso del guardameta, está pendiente desde el último verano, cuando el mejoreño fue tentado por equipos ingleses, amén de Valencia y Villarreal, los dos últimos para suplir a los lesionados de larga duración Diego Alves y Sergio Asenjo, al tiempo que la Real ya se interesó un año antes.

Entonces, el canterano merengue apostó por un club en Segunda, primero, y un recién ascendido, después, pero estaba claro que se había convertido en un pilar del equipo, estatus que, lejos de debilitarse, se ha consolidado. La idea era incluir su ampliación de contrato en las gestiones estivales, si bien Macià acordó con Adán y sus agentes que el tema se resolvería entre septiembre y diciembre, antes de acometer los propios del mercado invernal. El retraso en el ‘caso Ceballos’, felizmente concretado la semana pasada, ha afectado al del cancerbero, que ya aguarda la llamada desde la planta noble del Benito Villamarín, consciente de que es su turno.

Según ha podido saber ESTADIO, el representante del meta madrileño, Iñaki Espizua, podría viajar en los próximos días a Sevilla para acordar su continuidad hasta 2019 o 2020 (dos o tres años más, por ende), como es su deseo, con el lógico retoque al alza de sus emolumentos. La cuestión, según fuentes de la negociación, no debería dilatarse más allá de octubre, pues, aunque habrá todavía algún fleco que recortar, los planteamientos de ambas partes no distan demasiado, como se desprende de la toma de contacto de finales de agosto.

El siguiente sería Bruno, que, como Adán, quedaría libre a partir del 1 de julio de 2017. Llegó también en 2014, seis meses más tarde que el guardameta, y ha experimentado desde entonces una evolución notable. Tanto que, pese a los fichajes de Pezzella, Tarek y Westermann, el tinerfeño es indiscutible para Pepe Mel también en Primera, empezando los ‘cantos de sirena’. Por ahora, sus agentes no tienen noticias desde Heliópolis, aunque la tendrán en poco tiempo.
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