La mañana del pasado sábado fue dura para Jorge
Molina, primer capitán de la plantilla y uno de los pesos pesados del vestuario. Por primera vez en lo que va de curso, Pepe
Mel lo dejaba fuera de una
convocatoria sin que mediara lesión o sanción, una estricta decisión técnica que el alcoyano acató como siempre.
No es la primera vez que atraviesa por ese negro túnel desde que aterrizara en Heliópolis hace más de cinco años. Igual que, cuando cuenta con la confianza del entrenador, nunca preguntó la razón, el ‘19’ entiende que tampoco debe hacerlo si se le excluye de citaciones o alineaciones. Su cara, con todo, resumía su
frustración. A sus íntimos sí les confesaba esa desazón y, en cierta forma, su incredulidad.
En la tertulia de Cope Sevilla, Mel explicó los pormenores de esa decisión, si bien de sus argumentos, tan lógicos como entendibles, se deduce que habría sido deseable un mensaje directo al veterano artillero, sobre todo por el hecho de que el propio madrileño lo destaca sobre el resto.
“Para ir a Málaga, lo fácil para mí habría sido dejar fuera a
Xavi Torres, con toda la que le está cayendo al chaval, y meter a Jorge Molina, que es uno de los míos y está entre los cuatro en que más confío. Pero pensé: ‘¿te imaginas que se lesiona
Digard y no tenemos un jugador de su perfil?’. Sería un error mío desde la convocatoria. Tengo 30 jugadores, muchos de ellos jóvenes, y todos quieren ser protagonistas y demostrarme que son buenos. Dejar descontentos a doce cada semana no es nada bueno. En eso hay que trabajar para enero. Eduardo (Macià) lo sabe, porque lo hemos hablado. Antes que pensar en fichajes, hay que trabajar para dejar la plantilla en unos
23-24 jugadores como mucho”, argumentaba el de Hortaleza, quien, de alguna forma, lanzó un guiño a Molina, dejando, no obstante, algunas dudas colaterales.
Por ejemplo, por qué prefirió a
Van Wolfswinkel antes que a alguien que ha logrado 76 goles con la camiseta verdiblanca -se entiende que, para jugar con sólo uno arriba, no tenía sentido citar a tres delanteros-, a quien, indirectamente, mandó a la ventanilla de
Macià.