Joaquín: "En el Villamarín hay que jugar igual que fuera"

Voz autorizada del beticismo, Joaquín Sánchez sigue sin olvidar su multitudinaria presentación, “el momento más bonito” que ha vivido desde su regreso a Heliópolis, tal como ha declarado en una entrevista concedida a ABC, donde muestra el carácter llano y humilde que le caracteriza, sin renunciar nunca a sus raíces: “Intento que todo siga igual y hacer lo que me llena. Es lo que te hace feliz: juntarte con amigos, desconectar de lo de siempre… Es cierto que no todo el mundo lo lleva de la misma manera y tampoco es que yo vaya por la calle y lleve a 200 personas detrás de mí. Si fuera así, me agobiaría. Por mi forma de ser no me importa, sino que me alegra que vaya por ahí y me digan “ese es Joaquín, el del Betis”. Eso es muy bonito. Lo feo es que ni te reconocieran. Yo seré Joaquín del Betis para toda la vida. Y estaré agradecido siempre. Volver era algo que tenía que hacer sí o sí”.

Ahora, a sus 34 años, el portuense se centra en disfrutar de esta segunda etapa como bético, sin pensar en qué le tiene deparado el futuro. “Tengo tres años firmados. Igual los cumplo todos. O dos. O uno. En esta etapa de mi vida lo primordial es sentirme bien y disfrutar del fútbol. Si no tengo eso, igual me voy. No sé. Si no puedo sentirme futbolista, la cosa cambia”, explica el extremo diestro, que sueña con ver a su Betis peleando por cotas más altas: “El club está en un momento de transición importante. Yo vengo a remar como uno más e intentar enganchar a la gente porque podemos hacer un Betis como era el de siempre y buscar ese equilibrio que se necesita. Con esa energía de todos tenemos que estabilizarnos en Primera y que poco a poco el Betis sea el equipo con objetivos y mucho más grande que no hace muchos años vimos”.

En cuanto a la marcha del conjunto adiestrado por Mel en el presente campeonato, Joaquín entiende que el arranque “no ha sido malo”. “Lo más importante son los puntos y ahora estamos en una zona cómoda. Claro que podemos mejorar, tener más intensidad, agresividad, hacer las cosas mejor..”, confiesa, ambicioso, el gaditano, que tiene su particular receta: “En el Villamarín hay que jugar igual que fuera, arropaditos e intentando pasar el menor peligro posible y hacer daño a la contra. En casa queremos agradar y el equipo sufre más. Yo soy el primero que quiere jugar bonito y disfrutar, pero lo principal es tener un equipo compacto y fuerte, que gane de atrás hacia adelante. Jugar bonito y que te metan cuatro no es lo más idóneo”.

“Si nosotros no confiamos, quién lo va a hacer. Va a ser un año difícil pero dentro de eso hay equipo para afrontar cada partido para salir a ganarlo. Indudablemente será un año largo, difícil y vamos a trabajar. En cada partido tenemos que correr el doble que el contrario y salir más enchufados si queremos ganar, porque cuando no lo hacemos vemos que nos cuesta mucho trabajo sacar los partidos”, sentenció.